El dueño del lavadero acribillado en Rosario había integrado una banda narco
La policía levantó de la escena del crimen 16 vainas servidas.
Desde hace algún tiempo, Velázquez se dedicaba al lavadero, actividad que conocían sus vecinos.
No obstante, fuentes judiciales dijeron a Télam que hasta hace unos años el hombre de 37 años “formaba parte de la banda de Tania Rostro”, una joven de 25 años imputada por homicidios, usurpaciones y con una causa federal –elevada a juicio- por narcotráfico.
La misma fuente explicó que la principal hipótesis del móvil del crimen es una venganza ejecutada por la organización de Rostro –que está presa- o alguna otra de las bandas narco que operaron en la zona noroeste.
En varios barrios de esa área de Rosario operaron hasta hace unos años bandas como las de Ema “Pimpi” Sandoval, condenado por la balacera en 2013 a la residencia particular del gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti y luego asesinado mientras cumplía prisión domiciliaria.
En la zona también comercia estupefacientes la familia Romero y, según investigadores policiales, la joven Rostro se convirtió en representante del jefe de la narcobanda “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, en los mismos distritos.
Matan de diez disparos a un hombre en un lavadero en Rosario
“Todavía no está claro si Velázquez mantenía alguna actividad ilícita, pero la principal hipótesis es la de una venganza por salir del grupo que lideraba Tania”, insistió la fuente antes mencionada.
También recordó que en los barrios 7 de Septiembre, Cristalería y Nuevo Alberdi operaban los Sandoval y los Romero, quienes junto a la joven se disputaban la territorialidad del negocio del narcomenudeo.
Tania Rostro, de 25 años, fue detenida el 12 de julio pasado en un operativo conjunto de la Policía santafesina con fuerzas federales.
Un día después declaró en una causa por drogas en la Justicia Federal, que a fines del año pasado la elevó a juicio.
El 14 de julio, Rostro fue imputada por en la Justicia ordinaria como jefa de una asociación ilícita, por abuso de armas, amenazas coactivas y usurpaciones, al ser considerada líder de una organización narco vinculada a “Los Monos”.
Velázquez, el hombre asesinado ayer, aparentemente ya no integraba ese grupo delictivo, aunque los investigadores no descartan que su crimen esté ligado a su pasado.