El Grand Slam neoyorquino arrancará el 31 de agosto
Si un jugador abandona la “burbuja” sin autorización será descalificado y deberá pagar una multa. El Grand Slam neoyorquino arrancará el 31 de agosto. No estarán, entre otros, Rafa Nadal y Ashleigh Barty.
Los circuitos profesionales de tenis desembarcarán dentro de poco menos de tres semanas en Nueva York, donde se celebrarán dos importantes citas del calendario. Primero, el Western & Southern Open, que marcará la reanudación del ATP Tour tras cinco meses de suspensión por el coronavirus (la WTA volvió esta semana en Palermo y tendrá dos paradas más antes de ese certamen) y se mudará solo por este año desde Cincinnati a Flushing Meadows. Y luego el US Open, que se pondrá en marcha una semana después.
Los dos eventos -que tendrán varias ausencias de peso por culpa del COVID, entre ellas el español Rafael Nadal, vigente campeón del Grand Slam norteamericano, y la australiana Ashleigh Barty, número uno del ranking femenino- se disputarán bajo un estricto protocolo de prevención, del que la USTA reveló en los últimos días algunos nuevos detalles.
En esa lista de normas -de la que ya se había conocido algunos puntos hace unos meses- están contemplados desde la manera en que se realizarán los testeos y qué ocurrirá su un tenista da positivo hasta las libertades que tendrán las personas que lo acompañarán durante su estancia en la “burbuja” que se creará en torno al Billie Jean King National Tennis Center de Queens.
Una de las reglas dice que, si un jugador abandona esa “burbuja” sin autorización escrita del jefe médico o el director del certamen, será descalificado y deberá pagar una multa. En caso de que el torneo ya hubiera comenzado, se llevará los puntos que le correspondieran por su última victoria.
Si, en cambio, un entrenador o algún acompañante del jugador deja la “burbuja” sin permiso, se le quitará la credencial y perderá el derecho para acreditarse para la edición 2021. Y el jugador deberá pagar una multa.
Los jugadores tendrán también la opción de alojarse en casas privadas, siempre que estas sean aprobadas previamente por la USTA y que cumplan con las normas de minimización de riesgo que establece el plan de la federación. Los tenistas deberán pagar por un equipo de seguridad que monitoree la casa las 24 horas y la USTA deberá recibir la información de los egresos e ingresos que se produzcan en el lugar.
si bien entiendo y agradezco los esfuerzos que todas las partes están poniendo para que se jueguen torneos.
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) August 4, 2020
Si bien cada tenista tendrá derecho a acreditar tres acompañantes -entrenador, preparador físico, familiar, entre otras variantes- que podrán ingresar a la “burbuja”, solo uno tendrá acceso al complejo tenístico, que incluye canchas, estadios, vestuarios y comedor de jugadores.
Los vestuarios estarán habilitados para un máximo de 30 jugadores y, al disputarse en certamen a puertas cerradas, habrá disponibles nuevas áreas de entrenamiento y comedores al aire libre.
Los atletas y quienes los acompañen serán controlados regularmente desde su llegada a Nueva York, que debe darse al menos cuatro días antes de su primer partido. El primer test se les realizará no bien lleguen al hotel y deberán permanecer en sus habitaciones mientras esperan los resultados, que tardarán como mucho 24 horas.
Si ese control les da negativo, entonces recibirán sus acreditaciones y podrán moverse dentro de la burbuja en las áreas que tienen permitidas. Los jugadores podrán entonces empezar a entrenar y utilizar las instalaciones del complejo.
Un segundo hisopado se les realizará aproximadamente a las 48 horas del primero, para confirmar el resultado.
From Djokovic to Nagal, we break down the 2020 US Open men's singles player field ➡️ https://t.co/MiAX99FUuv pic.twitter.com/McDK9B57J8
— US Open Tennis (@usopen) August 4, 2020
La USTA recomienda, aunque no es obligatorio, que todos se sometan a una prueba de anticuerpos. Si así lo hacen podrían ser testeados con menos frecuencia durante el resto del torneo. Porque quienes tengan anticuerpos serán controlados cada siete días; mientras quienes no los tengan -o hayan preferido no hacerse ese test-, cada cuatro.
Si un jugador da positivo luego del inicio de torneo será dado de baja automáticamente de la competencia. Deberá quedar aislado al menos por 10 días y el cuerpo médico del torneo se asegurará que reciba la atención necesaria para recuperarse. Si da positivo al llegar a Nueva York, antes de que comience el certamen, podrá competir siempre que reciba el alta médica a tiempo.
¿Qué pasará si el que da positivo es un miembro de su equipo? Si es una persona con la que el jugador compartía habitación, el tenista será dado de baja automáticamente porque se considera “contacto cercano” con un infectado y deberá cumplir una cuarentena de 14 días.
Si el contagiado se hospedaba en otro cuarto, se estudiará el caso bajo la guía del equipo médico de la USTA. Si se respetaron las normas de distanciamiento social y la utilización del barbijo -obligatorio salvo durante entrenamientos y partidos-, el jugador podría seguir en competencia.
1️⃣3️⃣ Grand Slam champions are among the 2020 US Open women's singles field.
Read more ➡️ https://t.co/TEd47UVRfY pic.twitter.com/tD1FZx4nP8
— US Open Tennis (@usopen) August 4, 2020
La USTA destacó nuevamente que quienes viajen desde el exterior no tendrán que cumplir una cuarentena especial al llegar a Nueva York. Y también señaló que, en conjunto con la ATP y la WTA, continúa progresando en las charlas para que esa medida se respete también para los que viajen luego a Europa para la mini-gira de polvo de ladrillo, que arrancaría en Roma.
Mientras algunos aseguran que el nuevo rebrote que golpea a Estados Unidos desde hace semanas podría terminar forzando la cancelación de los dos certámenes; la USTA continúa avanzando en los preparativos y, por ahora, no contempla esa opción. Y hasta aseguró que no hay pautas establecidas para determinar qué número de casos la llevarían a cancelar el Western & Southern Open y el US Open; sino que seguirá consultando con las autoridades sanitarias correspondientes para ir analizando la situación día a día.