El líder de Corea del Norte prohibió tener mascotas
Kim Jong-Un, dictó una ley que prohíbe a cualquier persona tener mascotas en su casa, haciendo especialmente énfasis en los perros.
Mientras que algunos perros son enviados a zoológicos estatales, otros varios son vendidos a restaurantes para usarse como alimento, por lo que varios expertos creen que esta nueva política es una estrategia para paliar momentáneamente la crisis alimenticia que se vive en dicho país.
A pesar de que parezca extraña la idea de que se busque a quienes tengan mascotas, cabe aclarar que para el régimen de Pyongyang los derechos animales están por debajo de los derechos humanos, lo cuales tampoco parecen ser respetados por completo por parte del régimen. La posesión de mascotas fue vista por mucho tiempo como una práctica que muestra la decadencia occidental.
Igualmente, esta idea empezó a decaer para los años 90’, especialmente después de que se organizó en Corea del Norte el Festival Mundial de la Juventud, instalando en la élite norcoreana la idea de que el tener perros costosos era un símbolo de estatus.
La fuente del diario Dhosun Ilbo explicó sobre la situación actual: “La gente común cría cerdos y ganado en sus casas, pero los funcionarios de alto rango y los ricos son dueños de perros, lo que avivó cierto resentimiento“.
¿Tradición o necesidad?
A pesar de ser común ver culturas asiáticas que se alimentan a base de carne de perro, con varias zonas de China teniendo en su dieta este tipo de animal, en este caso parece ser más una necesidad de los norcoreanos el tener que alimentarse con este tipo de carne.
Según un informe de la ONU, el 60% de los habitantes de Corea del Norte viven en condiciones de “escasez generalizada de alimentos” que se ha agravado por las sanciones internacionales impuestas al régimen por sus programas de misiles nucleares.
El hecho de que China decidió cerrar sus fronteras con el país norcoreano debido al coronavirus solo empeoró la situación, por lo que el gobierno de Kim debió actuar rápido para solucionar la falta de comida.
Eso sí, no se cambió de un día para otro la tradición de comer carne de perro en la península de Corea, donde mucha gente la considera un manjar. A pesar de que en el sur ya se empezó a ver un cambio, se estima que existen aproximadamente un millón de granjas dedicadas a la crianza de estos animales, con el único objetivo de comerlos.