El personal de salud santafesino advirtió que está “agotado”
Luego de un año extraordinario por la pandemia y por la alta demanda que significó para el servicio, plantean que es necesario un reconocimiento.
Trabajadores y trabajadoras de salud nucleados en ATE protagonizaron este viernes por la mañana una jornada de protesta para visibilizar reclamos que vienen de varios meses atrás pero se agudizaron a medida que fue avanzando el año y todavía más ahora, cuando está a punto de terminar.
En la intersección de Blas Parera y Av. Gorriti, al aire libre y al resguardo de la sombra de los árboles, con barbijos y distanciamiento social, se apostaron referentes de lo distintos efectores de salud: el Hospital Iturraspe, el de Niños, el SIES 107, el Sayago, el Mira y López y el Cullen. Uno a uno, representantes de cada centro de salud fue tomando el micrófono para hacer pública una situación que -con matices- es compartida: el derecho a tener licencia y de contar con el relevo correspondiente, el pago de bonos y suplementos adeudados y la continuidad de contratos.
Elsa Splendiani, enfermera, fue la primera en hablar al grupo cuyo recamo era acompañado a pura bocina por algunos conductores. Antes dialogó con El Litoral: “Esta es una jornada de protesta porque estos reclamos que estamos haciendo hoy los venimos repitiendo desde hace muchos meses y no hemos tenido respuesta del gobierno”.
En primer lugar, “se acerca la época de las licencias y todo lo que sabemos es que no va a haber reemplazo. ¿Cómo hace el trabajador de salud que tiene derecho a descansar unos días porque ha sido un año en que hemos puesto el hombro, cuando le dicen: ‘Te podés tomar licencia pero el servicio no va a tener quien te reemplace’. Queda otro compañero que se va a reventar trabajando porque no va a tener reemplazo. Y en algunos casos ni siquiera hay personal para que uno se tome licencia y quede otro”.
“Están reducidos los planteles y dicen que en diciembre se terminan los contratos; hay contratos que no se cobran desde hace meses, gente que está trabajando desde el primer momento y no ha cobrado los bonos”, continuó la profesional y graficó que “hemos entregado al menos cinco veces las planillas con el detalle de la gente a la que le falta cobrar”.
La pregunta es “cómo puede ser que todos los años hay reemplazos para las licencias y este año no”. “Venimos de un año agotador, con compañeros que han quedado en el camino, otros que están enfermos. Y se viene el tema de la vacunación (`prevista, en principio, para la primera quincena de enero)”.
Desde la Dirección de Higiene y Salud del Trabajador, Alejandro Esquivel, evaluó que la salida a este complejo panorama pasa por “garantizar los equipos de salud con el personal suficiente para que pueda haber rotación, para que los trabajadores puedan descansar”. “A esta altura del año hay un agotamiento mental y físico extremo. Estamos despidiendo a trabajadores que dejan su vida prestando servicios”, sostuvo minutos después de que el cortejo fúnebre que trasladaba al enfermero del Alassia Claudio Pelaye, quien falleció con Covid este jueves, pasara delante de la concentración.
Acompañamiento
Para Esquivel es fundamental “que el Estado haga el seguimiento de los trabajadores que se contagian por Covid en el ámbito laboral. Está reconocida como enfermedad profesional y debe tener el seguimiento que corresponde: los hospitales, efectores, el Ministerio de Salud tienen que encargarse de hacer las denuncias en la Dirección Provincial de Accidentología y Riesgo de Trabajo para que se evalúen las posibles secuelas que tuvo ese trabajador que se contagió y si está o no en condiciones de reintegrarse a trabajar una vez que recibió el alta”.
Es que, de acuerdo a sus estimaciones, es en el ámbito hospitalario, en los efectores sanitarios y en el sector de logística es donde se produce la mayor cantidad de contagios del personal de salud “y donde tenemos la mayor cantidad de compañeros que han perdido la vida”.
El micrófono circuló entre representantes de los centros de salud que acompañaron la jornada de protesta y del secretario general adjunto de Ate, Marcelo Delfor. Todos coincidieron en que el sector sanitario desempeña siempre y en particular en el actual contexto de pandemia, un trabajo “indispensable”, “imprescindible”, “irreemplazable”. Pero que también merece ser reconocido.