El petróleo ya llegó a las playas de Florida
Pese a los esfuerzos por contener el derrame de crudo de un pozo averiado en el lecho del Golfo de México, bolas de combustible comenzaron a llegar ayer a las playas del extremo noroeste de Florida.
BP ha colocado una campana de cierre sobre el oleoducto submarino, aunque el crudo que sigue emanando imposibilitó verificar si ha tenido éxito este nuevo intento de contener el peor derrame de la historia de Estados Unidos. Los ingenieros esperaban cerrar varios ductos abiertos en la campana durante el día.
En tanto, los efectos del derrame se podían ver a lo largo de la costa. Algunos en la playa de Pensacola Beach abandonaron rápidamente el agua tras ser alcanzados por la marea flotante de combustible. Varios pelícanos marrones empapados de petróleo apenas lograban mantenerse a flote frente a una isla de Luisiana. El crudo en las playas de East Grand Terre, Luisiana, tenía una tonalidad rojiza y purpúrea, como sangre seca.
“En Revelaciones, se dice que el agua se transformará en sangre. Eso es lo que parece, como si sangrara el Golfo”, dijo P.J. Hahn, director de manejo de la zona costera del distrito de Plaquemines, mientras se arrodillaba para fotografiar una pluma empapada en crudo. “Esto va a acabar con todo tipo de vida”.
El presidente Barack Obama llegó la tarde de ayer a Luisiana para examinar las tareas de respuesta a la crisis, en su tercer viaje a la región desde la explosión de una plataforma de prospección que el 20 de abril mató a 11 trabajadores e inició el desastre.
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