El polvo del Sahara devuelve a Francia la radiación de sus pruebas nucleares
Si bien los valores no representan un peligro para la salud, los especialistas subrayan que el fenómeno es un recordatorio de que la radiactividad es muy difícil de destruir.
El polvo del desierto del Sahara arrastrado por los fuertes vientos estacionales hasta Francia no solo provocó que el mes pasado el cielo de distintas localidades europeas adquiera una inusual tonalidad amarillenta y rojiza, sino que también llevó niveles anormales de radiación, según la Asociación francesa por el Control de la Radiactividad en el Oeste (ACRO).
Un equipo de especialistas realizó recientemente pruebas del polvo sahariano recogido en las montañas del Jura, cerca de la frontera francesa con Suiza, y detectó cantidades relativamente altas de cesio-137, un producto resultante de la fisión nuclear. Aunque los valores hallados no representan un peligro para la salud, de todos modos, Francia está recibiendo la radioactividad que generó hace más de 60 años.
#SaharanDust clearing from central/eastern Europe before a new plume crosses Spain, France, UK & Ireland over next few days. @CopernicusECMWF Atmosphere Monitoring Service @ECMWF aerosol optical depth forecast initialized 27 Feb 00 UTC https://t.co/Zcv8RWt2P3 pic.twitter.com/Puk1hiwfWj
— Mark Parrington (@m_parrington) February 27, 2021
Desde ACRO explican que a principios de la década de 1960, Francia llevó a cabo pruebas nucleares atmosféricas en desierto de Argelia, cuando la nación africana era colonia francesa. Ahora, la contaminación radiactiva regresó al territorio europeo “como un bumerán”, subrayan.
Ciel jaune du 6 février : une pollution radioactive venant du #Sahara révélée par l'@__ACRO__, un laboratoire de Caen https://t.co/oZxRlfK5YL via @actufr
— nukeinfo (@Nuke_Info) February 25, 2021
Las nubes de polvo del Sahara tiñen de ocre las montañas nevadas de los Pirineos y los Alpes
El pasado 6 de febrero una niebla amarillenta y una lluvia de arena procedente del desierto del Sahara afectó a muchas zonas de la Suiza francófona y de Francia. Numerosos usuarios compartieron imágenes del fenómeno, y también de las consecuencias que dejó a su paso, como las marcas marrones en la carrocería de coches y agua del mismo color saliendo de los parabrisas.
?? Phénomène naturel garanti sans filtre.
Un puissant flux de sud transporte le sable du #sahara ce qui rend la couleur du #ciel particulière aujourd’hui à #Lyon et dans le reste du département. pic.twitter.com/g44FDzAeQd
— Préfet de région Auvergne-Rhône-Alpes et du Rhône (@prefetrhone) February 6, 2021
ACRO estima que cayeron 80.000 becquereles por kilómetro cuadrado de cesio-137 y considera que este fenómeno es un recordatorio de que la radiactividad es algo que se crea, pero es muy difícil de destruir. “Esta contaminación radiactiva, que sigue siendo observable a grandes distancias 60 años después de las explosiones nucleares, nos recuerda la situación perenne en el Sahara de la que Francia es responsable” concluye el organismo.
El científico Pierre Barbey agrega que en el sur de Argelia, “la población vive a diario con estos rastros de cesio-137”, y algunas tierras continúan muy contaminadas.