El sector gastronómico santafesino reabrió sus puertas
Bares, restaurantes, heladerías y pastelerías reciben clientes bajo protocolos de higiene y distanciamiento. “Lo esperábamos con ansias porque la actividad lo estaba necesitando”, dijo Agustín Macinsky, presidente de la Cámara de Bares y Restaurantes de Santa Fe.
A partir de este lunes quienes asistan a un local gastronómico de la ciudad de Santa Fe vivirán una experiencia inédita que empezará de a poco a transformarse en habitué y perdurará, al menos, mientras siga la pandemia del Covid-19. En la ciudad están habilitados por el municipio unos 460 locales entre bares, restaurantes, heladerías y pastelerías, pero cada uno de estos espacios debe enviar al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe su protocolo para cumplir con las normas de higiene y distanciamiento. “Llegaron algunos el fin de semana pero la muestra no es representativa. Seguramente en el transcurso de los días eso se vaya incrementando”, comentó a este medio Juan Manuel Pusineri, secretario de Trabajo.
Desde la Cámara de Bares y Restaurantes, su presidente Agustín Macinsky, dialogó con El Litoral y sostuvo que “el relevamiento de la reapertura la haremos durante el día para saber quiénes han decidido y han podido abrir sus puertas”. Acerca del panorama que avizoran y que generó esta decisión del retorno a la actividad luego de 80 días —20 de marzo—, Macinsky analizó: “Es un primer paso y una medida importante, algo que estábamos necesitando. A partir de ahí, es fundamental de cada uno de nosotros los cuidados y eso va a depender de la continuidad de la buena instancia sanitaria que tenemos en Santa Fe, tanto del lado empresarial como del lado del cliente. Lo esperábamos con ansias porque la actividad lo estaba necesitando, no hay que olvidarse que hace más de 75 días que estábamos a caja cero la mayoría de los locales, porque el delivery como el ‘take away’ no tienen relevancia en la facturación”.
Un día muy esperado
“La gente esperaba esto y muchos están entusiasmados. Acá en Santa Fe la salida de la gente es a los bares”, destacó Marcelo, mozo de un bar tradicional de la esquina de La Rioja y San Martín, en una recorrida matutina de este diario. En referencia a cómo se ordenan dentro del local a los comensales, el mozo indicó que se pueden sentar un máximo de cuatro personas por mesa y aclaró que la asistencia es con reserva previa. Además, tienen permitido funcionar a un 30% de su capacidad, porcentaje que se incrementará gradualmente a 50%.
“Era algo que extrañábamos un montón”, aseguró una clienta mientras disfrutaba de un café a la vera del paseo peatonal.