Escenario complejo
Elecciones en España: el PP ganó, pero no tiene mayoría para gobernar
El Partido Popular no cuenta con ningún apoyo aparte de Vox, por lo que es imposible que pueda lograr la investidura de su líder.
El resultado de las elecciones generales de este domingo deja un panorama que invita más a pensar en un bloqueo político que en un próximo gobierno. Tras un ajustadísimo escrutinio, el PSOE de Pedro Sánchez ha resistido el envite del PP de Alberto Núñez Feijóo y, pese a quedar segundo tanto en número de votos como en escaños, está en disposición de intentar formar gobierno con Sumar y apoyo externo de las fuerzas independentistas. Incluido Junts, el partido de Carles Puigdemont, que tendría la llave.
En su primer intento para ser presidente, Feijóo cumplió su promesa de superar a Sánchez, pero se quedó más lejos de lo que auguraban las encuestas hasta el mismo momento de cerrarse las urnas y lo que esperaba el propio partido. El PP consiguió 136 escaños en el Congreso, volviendo así a ser primera fuerza.
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Ser la lista más votada llevó a que la primera reacción de los populares fuera asegurar que Feijóo se presentará a la investidura y a anunciar que pedirá el apoyo del resto de fuerzas políticas. Su única opción sería unir sus votos a los de Vox, PNV, UPN y CC. Los diputados de estos partido sumarían 176, los justos para la mayoría absoluta, pero se trata de una aritmética complicada por la incompatibilidad de los nacionalistas con el partido que lidera Santiago Abascal.
En el lado contrario del PP se situó el PSOE. Sánchez no solo resistió con respecto a lo que auguraban los sondeos, sino que sumó dos escaños a su resultado de 2019, situándose en 122 diputados. Si une sus votos a los de Sumar, podría reeditar el gobierno de coalición, pero eso sí, necesitaría el sí de los socios de la pasada legislatura –ERC, Bildu, PNV– y al menos la abstención de Junts, que ya dijo anoche que no facilitará la investidura de Sánchez «a cambio de nada».
Sumar, la coalición que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz y que integra a las fuerzas a la izquierda del PSOE, se quedó por debajo de sus expectativas, pues logró siete escaños menos que la suma de Unidas Podemos, Más País y Compromís en 2019, pero consiguió salvar los muebles y quedar por encima de los 30 diputados. Eso sí, no logró ser tercera fuerza, lugar en el que resistió Vox. El partido de Santiago Abascal sufrió la concentración de voto en torno al PP de Feijóo, lo que le hizo perder un total de 19 escaños con respecto a hace cuatro años, situándose en 33.