En Bella Italia impidieron la sepultura del rafaelino fallecido por coronavirus
El presidente comunal de la localidad, vecina a Rafaela, no permitió el traslado y entierro del cuerpo en un cementerio privado del pueblo.
Clemente Pérez, de 64 años de edad, falleció en la siesta de ayer (jueves) en el hospital rafaelino como consecuencia del CoViD-19 y se transformó en la primera víctima del virus en la ciudad y segundo en la provincia de Santa Fe.
Ante un desenlace que era ineludible debido a que padecía de varias comorbilidades que complicaron su cuadro, los familiares habían hecho los arreglos necesarios para darle sepultura en el cementerio Pax Dei, ubicado en Bella Italia, pero en medio de la angustia y el dolor que los embargaba tal vez no tuvieron en cuenta las restricciones que rigen en la pandemia ni las disposiciones legales que imperan en algunas localidades.
Fue así, que tras el deceso del ser querido, y tras cumplir con el protocolo establecido por la Organización Mundial de la Salud y adoptado por el Ministerio de Salud, estaba todo dispuesto para llevar el cuerpo hacia el pueblo lindero, pero desde la administración de la necrópolis les fue comunicado que, por disposición del gobierno de Bella Italia, no podían realizar la inhumación del cuerpo ni se iba a permitir su ingreso a esa jurisdicción.
De acuerdo a lo informado por la empresa a los deudos de Pérez, todo obedecía a que el presidente comunal, Héctor Perotti, no firmaría la autorización respectiva, un paso obligatorio en función de una norma local vigente que no autoriza la sepultura en ese cementerio de personas que hayan fallecido por enfermedades infecto-contagiosas, una ordenanza muy cuestionable, más aún en estos momentos en que deberían abundar gestos de solidaridad y sensibilidad con los que padecen situación de sufrimiento por la pérdida de un ser querido a la que se suman disposiciones que imposibilitan tomar contacto con el cuerpo para una despedida final.
Vale recordar que, desde que fue impuesto el aislamiento social preventivo y obligatorio, en Rafaela están prohibido los velatorios y en el cementerio municipal sólo tres personas pueden acompañar la sepultura del cuerpo.
La imposibilidad de sepultarlo en el Pax Dei, como era su deseo, determinó que su cadáver fuera depositado en una sala especial del Cementerio Municipal, a la espera de su traslado a un crematorio regional en donde se realizará su incineración.
La voz oficial
A todo esto, el titular comunal sostuvo que se tomó una decisión correcta en función en función de la situación sanitaria que impera y lo que le marcan las disposiciones legales.
Héctor Perotti dialogó con Radio Rafaela y reveló que, “quienes realizan la operación de enterramiento deben tener las herramientas adecuadas cosa que no tienen. Se tomó la determinación de no realizar la inhumación. Hubo muchas idas y vueltas para buscarle otra solución. Buscando las ordenanzas locales, encontramos una que establece que toda persona que se entierre con enfermedades infectocontagiosas declaradas por el Ministerio de Salud deben entrar cremadas”.
En ese marco, apuntó: “lo único que hicimos es hacer cumplir la ordenanza. Tomamos la decisión que creímos más acertada. Quisimos preservar la salud de todos, nada más. La cuestión no es hacerle daño a la familia ni a nadie”.
“Ya estuve hablando con la hija del fallecido, lo van a traer cremado. Está autorizada ella y un hermano a entrar al cementerio, las únicas dos personas, y se va a llevar a cabo la sepultura tal cual lo establece la ordenanza”, explicó.
“Soy el representante comunal, creo que tomamos la decisión acertada, la persona fallece en Rafaela y Rafaela tiene cementerios donde se puede enterrar en tierra”.