En Francia el consentimiento sexual será a partir de los 15 años
La Asamblea Nacional aprueba el proyecto de ley, que también establece en 18 años la edad de consentimiento en casos de incesto, tras la oleada de denuncias de abusos sexuales contra menores que ha sacudido el país.
Francia contará, en pocos meses, con una edad de consentimiento sexual. La Asamblea Nacional ha aprobado por unanimidad fijar en los 15 años la edad mínima de consentimiento para actos sexuales, que en el caso de relaciones incestuosas estará establecida en los 18. Aunque el proyecto de ley tiene que pasar aún por el Senado, existen pocas dudas de que acabará aprobado —la Cámara alta lanzó los debates al respecto— y que el Gobierno lo implementará rápidamente, tal como ha prometido.
Hace solo tres años, una iniciativa legislativa similar fracasó, pero la oleada de denuncias de abusos de menores tras la publicación de La familia grande a comienzos de año, ha supuesto un punto de inflexión. En el libro, la hija del conocido exministro Bernard Kouchner, Camille, revela los abusos que sufrió su hermano gemelo en los años ochenta, cuando era adolescente, por parte de su padrastro, el conocido politólogo Olivier Duhamel. Pese a que muchos de su influyente entorno conocían los hechos, no solo no los denunciaron, sino que promovieron la carrera del constitucionalista durante décadas. La obra fue publicada justo un año después de otro libro que también constituyó un revulsivo en materia de abusos de menores, El Consentimiento, donde la editora Vanessa Springora reflexionaba críticamente sobre la relación sexual que mantuvo a los 14 años con un escritor de casi 50, Gabriel Matzneff, en un entorno social también condescendiente.
“Antes de los 15 años, es no”, ha dicho el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti. Así ha celebrado la decisión de los parlamentarios, que votaron la pasada noche por unanimidad el endurecimiento de la ley para proteger mejor a los menores de depredadores sexuales. “¡Un avance histórico!”, ha declarado también la diputada oficialista Alexandra Louis, una de las impulsoras del proyecto de ley.
De acuerdo con la normativa en marcha, que debería estar lista para su implementación antes del verano, todo acto de penetración sexual con un menor de 15 años será automáticamente considerado como una violación, castigada con una pena de hasta 20 años. También se endurecen las penas en casos de prostitución de menores.
“Ningún adulto podrá ya escudarse en el consentimiento de un menor”, señaló al respecto Dupond-Moretti, para quien el proyecto de ley envía un mensaje claro: “No se toca a los niños”.
Con esta reforma, Francia instaurará una edad de consentimiento similar a la de otros países europeos como Polonia, Dinamarca, Grecia o Suecia. Otros países la fijan en los 14 años (Italia, Alemania, Portugal o Austria) o en los 16 (España, Bélgica, Países Bajos o el Reino Unido). Solo los más restrictivos lo aplazan a los 17 años (Irlanda) o incluso los 18 (Malta).
Un largo camino hasta la aprobación
Los diputados aprobaron también una cláusula denominada “Romeo y Julieta”, que prevé que las sanciones previstas por el código penal para estos casos —siempre que no se trate de una violación o agresión sexual— no se aplicarán si la diferencia de edad entre el menor de 15 años y la otra persona no es mayor de cinco años. Criminalizar “amores adolescentes” legítimos sería “una locura”, argumentó al respecto la diputada Louis, señala la Agencia France Presse. Ese fue precisamente uno de los argumentos por los que fracasó en 2018 la iniciativa de la entonces secretaria de Estado de Igualdad, Marlène Schiappa, de fijar una edad mínima de consentimiento en su proyecto de ley contra las violencias sexuales y sexistas.
Pero desde entonces, el debate en Francia sobre la materia ha dado un giro de 180 grados. Tras el impacto de La familia grande, la palabra se liberó y miles de personas denunciaron en las redes sociales, bajo la etiqueta MeTooInceste, abusos sexuales sufridos durante la infancia o adolescencia en el seno familiar. También varios personajes conocidos han sido acusados de abusar de menores, como el actor Richard Berry, contra quien su hija Coline interpuso una denuncia en febrero.
Según un sondeo publicado a finales del año pasado, 6,7 millones de personas, un 10% de la población, dicen haber sufrido abusos cuando eran menores por parte de un familiar o alguien próximo de su entorno. A finales de enero, el presidente, Emmanuel Macron, prometió que se castigaría mejor este delito, además de anunciar varias iniciativas para escuchar y acompañar a las víctimas.