España: arrestan a dos supremacistas blancos que planeaban un atentado
Ya habían dado pasos para adquirir armas para una presunta “guerra racial”. Se inspiraban en los ataques a mezquitas en Nueva Zelanda.
La policía española arrestó a dos hombres de 30 años que planeaban y promovían ataques racistas, y que habían dados pasos para adquirir armas y fundar una comunidad aislada de supremacistas blancos en Cataluña con el objetivo de prepararse para una “guerra racial”.
Se trata de la primera investigación policial en el Estado español vinculado al supremacismo blanco, una ideología racista que cree en la superioridad del hombre occidental sobre el resto de las sociedades, y que motivó varios atentados en los últimos años alrededor del mundo, principalmente contra sinagogas en Estados Unidos y mezquitas en el Reino Unido, en Nueva Zelanda o en Noruega.
Las detenciones tuvieron lugar el 11 de septiembre en las localidad catalana de La Pobla de Cérvoles, y en la alicantina Campello, informaron hoy los Mossos d’Esquadra -policía catalana- en un comunicado.
Los dos detenidos, de nacionalidad española -uno de ellos también estadounidense-, ya fueron puestos a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos, acusados de “incitación al odio contra diferentes colectivos de extranjeros y por enaltecimiento del terrorismo racista”.
Los presuntos líderes de la redtienen la obligación de acudir cada quince día a un juzgado para firmar y no pueden salir del país.
De acuerdo con la investigación, los jóvenes gestionaban perfiles en redes sociales y manejaban varios canales de Telegram en los que ensalzaban e incitaban a emular a supremacistas como Breton Tarrant, el autor del ataque contra dos mezquitas en la ciudad de Cristchurch, Nueva Zelanda, en el que murieron 51 personas el 15 de marzo de 2019.
Otro de los venerados era Anders Breivik, el autor de la masacre que en 2011 mató a 77 personas en un campamento estudiantil en el sur de Noruega, quien fue condenado a 21 años de prisión.
La investigación se inició a mediados de 2019, cuando se localizó en internet un documento, publicado por uno de los detenidos, a modo de ideario y guía programática que tenía muchos elementos en común con otros escritos hechos por gente vinculada a la supremacía blanca, como Tarrant y Breivik.
En sus mensajes en las redes sociales y en su guía, los detenidos defendían la creación de “comunidades blancas” aisladas y autosuficientes en entornos rurales, que tenían que abastecerse de armas y prepararse para lo que llamaban “la guerra racial”.
Según éstos, “prepararse para este conflicto es la única forma en que la raza blanca podría sobrevivir a la llegada de otros colectivos de extranjeros a los países occidentales.
En ese sentido, culpan a los gobiernos de Europa occidental -entre ellos el español- de estar “debilitando a la familias blancas” favoreciendo la inmigración de personas procedentes del norte de África.
Ambos jóvenes se instalaron durante unos meses en una masía -casa de campo- en el medio del bosque en Las Garrigues, provincia catalana de Lleida, para iniciar el proceso de fundación del poblado sólo para blancos, al que pretendía proveer de armas a sus habitantes, un extremo que se investiga.
Desde allí administraban las cuentas en las redes sociales y canales de mensajería, a los que el acceso era restringido en función del contenido y la jerarquía interna de los participantes.
Uno de los canales de Telegram abiertos, denominado “Burbuja.info”, con más de 500 suscriptores y que permanece activo -como pudo comprobar Télam-, circulan mensajes racistas contra inmigrantes africanos, antisemitas, negacionistas del Holocausto, antifeministas, antivacunas, y negacionistas de la Covid-19, entre otros.
En los grupos cerrados, los participantes más radicalizados se pasaban información sobre cómo fabricar explosivo o utilizar armas, y algunos de ellos había dado pasos para adquirirlas o contaba con ellas, de acuerdo con las pesquisas.
Las detenciones se precipitaron debido a que los investigadores descubrieron que uno de los sospechosos pretendía suministrar sustancias químicas para inhibir la voluntad a una mujer con el objetivo de mantener relaciones sexuales.
Tras los arrestos, la policía catalana y la Guardia Civil registraron los domicilios de ambos e incautaron abundante material documental así como armas blancas y de fuego, según fuentes policiales.
En base a esta documentación no se descartan nuevos arrestos de presuntos miembros del grupo, del que se desconoce el alcance y nivel de organización, así como capacidad para poder atentar.