¿Espionaje?: el Pentágono detectó un globo espía chino sobrevolando Estados Unidos
El incidente puede complicar la esperada visita a Pekín del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el primer alto cargo estadounidense en viajar a China desde 2018
El Pentágono ha detectado lo que parece ser un globo espía chino que sobrevuela el espacio aéreo de Estados Unidos en los últimos días, sobre el Estado de Montana, junto a la frontera canadiense, según han confirmado mandos militares. Las fuerzas de EE UU se plantearon derribarlo, a petición del presidente Joe Biden, pero han decidido no hacerlo ante el riesgo de que los pedazos pudieran caer sobre personas en tierra. Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, ha manifestado que está verificando la información de Washington y ha instado a la prudencia. “Hacer conjeturas y elevar el tono antes de establecer los hechos no ayuda a la resolución apropiada del expediente”, ha afirmado Mao.
El globo vuela “a gran altura sobre el territorio continental de Estados Unidos”, muy por encima del tráfico aéreo comercial, y el Gobierno de EE UU “continúa rastreándolo y vigilándolo muy de cerca”, ha indicado el portavoz del Pentágono, el general Pat Ryder, en un comunicado. Su presencia “no representa una amenaza militar o física para la gente en tierra”, ha apuntado el portavoz, que matiza que otros “ejemplos de este tipo de actividad de globos se han observado previamente en los últimos años”.
El Gobierno estadounidense ha tomado medidas para impedir que el aparato pueda recolectar información sensible, según el comunicado de Ryder, que no aporta más detalles sobre el artefacto o los objetivos que podría haber estado buscando. Canadá ha confirmado el seguimiento del globo y ha informado del “monitoreo de un posible segundo incidente”.
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La Casa Blanca fue informada de inmediato sobre la presencia del artefacto, supuestamente chino, y Biden pidió a los mandos militares que le presentaran las posibles opciones, ha declarado un alto cargo de la oficina presidencial que habló bajo la condición del anonimato. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, de visita en Filipinas, convocó una reunión de altos mandos militares el miércoles para analizar la situación.
En declaraciones a la prensa, también bajo la condición del anonimato, un mando militar en el Pentágono ha confirmado que “claramente, el propósito de este globo es el espionaje”. Según esta fuente, las fuerzas estadounidenses han empleado incluso aviones tripulados para vigilar el artefacto. En un momento dado se planteó derribarlo mientras sobrevolaba territorio del Estado de Montana. Se llegaron a suspender los vuelos civiles en la zona y se enviaron aviones militares, incluidos cazas F-22, aunque finalmente se desestimó la idea de abatir el aparato ante el riesgo que presentaban los fragmentos.
La trayectoria del globo, que entró en Estados Unidos por Alaska y pasó por Canadá antes de continuar por el norte del territorio continental de EE UU, sobrevuela “cierto número de lugares sensibles”. Montana, uno de los Estados con menor densidad de población del país, acoge varios silos de armamento nuclear.
Aunque en el pasado se han producido incidentes similares, en este caso resulta llamativo el tiempo que el globo ha permanecido en territorio estadounidense, más que en otras situaciones previas, según el mando. Pero el artefacto no parece contar con tecnología especialmente avanzada ni capacidad de obtener información que Pekín no pudiera obtener por otras vías, por ejemplo mediante satélites.
“Consideramos que este globo tiene un valor añadido limitado desde la perspectiva de la recolección de inteligencia, pero de todos modos estamos dando pasos para la protección contra la recolección de información sensible por parte de servicios de inteligencia extranjeros”, ha agregado el militar. “Sabemos exactamente dónde está, por dónde pasa y estamos dando pasos para estar especialmente alerta para mitigar cualquier riesgo proveniente de inteligencia extranjera”.
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El anuncio sobre la detección del artefacto llega mientras se espera que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viaje a Pekín este fin de semana para reunirse con las autoridades chinas y tratar de reducir los roces entre los dos países rivales. Blinken será el primer alto funcionario estadounidense que visite el gigante asiático desde 2018, cuando las relaciones entre los dos países entraron en una etapa de fuerte deterioro a raíz de la guerra comercial abierta después de que la Administración del presidente Donald Trump impusiera nuevos aranceles a los productos chinos.
A las tensiones por aquella medida se han sumado las diferencias en torno a Taiwán, la isla autogobernada e ideológicamente cercana a Washington que Pekín considera una parte de su territorio; la situación de los derechos humanos, especialmente entre la minoría uigur en la provincia de Xinjiang y en Hong Kong; las actividades militares del Ejército Popular de Liberación en aguas del mar del Sur de China, y la competición tecnológica.
La visita de Blinken es resultado de la reunión que mantuvieron los respectivos presidentes, Biden y Xi Jinping, en Bali en noviembre, cuando ambos líderes se vieron cara a cara por primera vez desde la llegada del estadounidense a la Casa Blanca y expresaron una voluntad de entendimiento.
La detección del globo espía puede complicar ese viaje. Según los mandos militares que hablaron con la prensa en el Pentágono, el Departamento de Defensa ha presentado el caso a sus homólogos chinos.
Washington considera a China su principal amenaza de seguridad, y ha dado pasos para reforzar la presencia militar estadounidense en la región de Indo-Pacífico, con el objetivo de contrarrestar la modernización a marchas forzadas del ejército chino. Durante la visita de Austin a Manila, EE UU y Filipinas han anunciado un acuerdo que permitirá un mayor acceso de las tropas estadounidenses a cuatro bases militares del archipiélago del sureste asiático. En enero, Biden y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, acordaron intensificar su cooperación de seguridad, que incluirá la renovación de una unidad de la infantería de marina de EE UU desplegada en la isla de Okinawa.