Evita “apareció” en la cumbre climática y pidió canje ecológico de la deuda argentina
Evita Perón “apareció” este jueves a las puertas de la cumbre del clima de Glasgow para que los acreedores mundiales compensen la deuda histórica latinoamericana ofreciendo a cambio su positiva huella ecológica para hacer frente a la crisis climática global.
Una actriz caracterizada como Evita Perón propuso un intercambio de recursos naturales por la liquidación de la deuda de los países latinoamericanos, como Argentina y Brasil, en las inmediaciones de la COP26 esta mañana.
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“Marca la cancha, Argentina, la deuda ya no es contigo. Es con tu tierra, es con tus ríos”, cantaba la imitadora de Evita a los delegados participantes en la cumbre.
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“Hemos traído a Evita aquí a Glasgow porque es un icono de Argentina”, señaló a Efe Luciana Weyne caracterizada como Evita, y de forma divertida “enseñar al mundo que si los países ricos no van a cumplir con sus promesas, también existe la posibilidad de esa cancelación”.
“No alimente la codicia, Kristalina”, expresa el cartel dirigido a la Directora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto: AFP.
Una representación del colectivo Jóvenes por el Clima Argentina -que junto a la organización Avaaz organizó la “performance”- reclamó la implementación de un sistema internacional de compensación de las deudas financieras de los países emergentes por las ecológicas de los países desarrollados.
Activistas de Avaaz realizan una protesta junto a la actriz que personifica a Evita Perón para pedir una reforma de la deuda. Foto: AFP.
La deuda de la República Argentina llegó a su máximo histórico el pasado mes de junio, 343.519 millones de dólares (298.310 millones de euros), superando en más de un 100% su Producto Interior Bruto.
Luciana Weyne la actriz que se puso en la piel de Evita y protagonizó una performance en la Cumbre del Clima en Glasglow. Foto: AFP.
“Países como Argentina o Brasil y otros que están altamente endeudados y tienen una enorme biodiversidad y naturaleza que ofrecer al mundo”, por ello, el intercambio y la cancelación es “una obligación moral”, argumentó Weyne.
La sosías de Evita, que ya actuó delante del FMI en el mes de abril en Washington, espera que “la comunidad internacional y los países desarrollados y las instituciones financieras internacionales cumplan sus promesas y compromisos” y así no tener que actuar nunca más.