Extraña enfermedad está matando a los pájaros cantores de EE.UU.
Un equipo de científicos norteamericanos está estudiando una extraña enfermedad que ha surgido en el Este del país y que está matando masivamente a estas aves.
Una extraña enfermedad mortal que ha surgido en el este de Estados Unidos está matando masivamente a los pájaros cantores, según un reciente estudio a cargo de un equipo de científicos del Centro Naval de Salud de la Vida Silvestre, perteneciente al Servicio Geológico de Estados Unidos.
Si bien desde el pasado mes de mayo, cuando la enfermedad se detectó por primera vez en Washington DC, los investigadores ya documentaron cientos de casos en al menos una docena de especies de pájaros que habitan en nueve estados del este y del medio oeste de Estados Unidos, la mayoría de los casos involucran sólo a los ejemplares más jóvenes de cuatro especies: zanate común, arrendajos azules, petirrojos americanos y estorninos europeos.
Si bien los científicos están buscando pistas que les permitan descifrar cuál es la causa que provoca esta enfermedad mortal para las aves, lamentablemente hasta ahora no han podido encontrar ninguna. En tanto que los estudios que realizaron han descartado agentes que causan mortalidad masiva en las aves, incluida la bacteria Salmonella, varias familias de virus y hasta los parásitos Trichomonas.
Para ello están utilizando microscopía electrónica para examinar tejidos en busca de daños reveladores, por ejemplo, y emplean una batería de pruebas para detectar microbios, virus, parásitos y contaminantes químicos sospechosos.
Muchas de las aves muertas que se han examinado estaban infectadas con la bacteria Mycoplasma, lo cual no es extraño ya que la bacteria ha evolucionado para volverse más infecciosa y mortal y, según los científicos, podría tener un papel fundamental en este brote.
Por el contrario, si bien en Virginia la cantidad de aves infectadas está comenzando a disminuir, hasta que termine el brote, las autoridades recomiendan a los amantes de las aves que tomen medidas que puedan frenar la propagación de cualquier enfermedad, incluido el enterramiento de aves muertas y la eliminación de comederos donde se congregan las aves.
Además, proponen rastrear datos para conocer si esta enfermedad está afectando a los pájaros cantores de otras partes del mundo.