Femicidios: La mirada de género, clave para la justicia
En nuestro país, una mujer es asesinada cada 30 horas. Desde la óptica de Jaquelina Balangione, defensora Provincial, los “patrones culturales están muy enraizados en la sociedad” y es menester analizar “cualquier conflicto con perspectiva de género”.
Como cada 25 de noviembre, mañana se conmemorará el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha se presta para reflexionar sobre la problemática de la violencia de género y sus consecuencias. Según el Registro Nacional de Femicidios de MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), en el transcurso de este año hubo 254 femicidios y cada 30 horas es asesinada una mujer en nuestro país. El informe también indica que el 32 % de las víctimas eran madres, con lo cual 250 menores quedaron huérfanos.
Frente a esta dura y alarmante realidad, Jaquelina Balangione, defensora Provincial, consideró que se trata “de una cuestión que se ha enquistado en la sociedad. No sé si antes no se conocían datos certeros y había hechos de violencia o de muerte que no se los atribuían a cuestiones de género”. En tal sentido, ponderó que “la perspectiva de género” y mencionó que “la Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer data del año ’79 y está incorporada a nuestra Constitución nacional desde el año ‘94”.
En declaraciones a LT10, la defensora también se refirió a las denuncias previas en casos de femicidios o de violencia de género. “El tema de la violencia contra la mujer y de la violencia doméstica son espirales de violencia y es muy difícil salir. Muchas veces esto va con cierta patología y a la mujer le cuesta contar. A veces, va hace la denuncia, pero después vuelve a su casa”. En ese orden, recalcó el factor de “las cuestiones psicopatológicas y es muy difícil salir de esos círculos de violencia”.
A propósito, en no pocas oportunidades el vínculo queda sujeto a cuestiones económicas. “Por ese lado viene la trampa porque por miedo, porque no tienen a dónde ir, porque todo esto tiene que ver con patrones culturales que tenemos muy enraizados en la sociedad con asignaciones de roles por género, en los cuales el varón es el proveedor. Esto socialmente ha cambiado –reconoció–, sobre todo desde las crisis económicas, las mujeres hace ya unas cuantas décadas que han salido al campo laboral. No obstante, no se pierde el rol público del varón y la mujer está en lo privado”, argumentó.
“El tema de la perspectiva de género tiene que transversalizar absolutamente el sistema de justicia. Cualquier conflicto hay que mirarlo con perspectiva de género”, definió Balangione.
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