Fernández sobre Nisman: “Hasta el día de hoy dudo que se haya suicidado”
Apenas horas después de la difusión del documental producido por Netflix sobre la muerte de Alberto Nisman, el presidente Alberto Fernández expuso un giro en su postura acerca de si se trató de un suicidio o un asesinato.
Luego de declarar en el documental que dudaba de que hubiera sido un suicidio, Fernández aseguró ayer que actualmente “las pruebas acumuladas no dan lugar a pensar en que hubo un asesinato”.
El Presidente respondió, así, al estreno de ayer de “Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía”, la producción de Netflix para la cual fue entrevistado en 2017. “Hasta el día de hoy dudo que se haya suicidado”, dijo en el documental. Para ese momento todavía no se había reconciliado con Cristina Kirchner.
Sin embargo, el mandatario aseguró hoy al diario Clarín que los peritajes de la Gendarmería,que llevaron a la Justicia a determinar que fue un homicidio, “carecen de todo rigor científico”.
“Yo soy un abogado y, ante una muerte como esa, siempre me permito dudar. Sin embargo, siempre dije que esa duda me llevaba a afirmar la teoría de la novela policial: ‘Dime quién se beneficia con el crimen y te diré quien es el asesino’. […] Siendo así, era obvio que si se trataba de un crimen Cristina era la única perjudicada. Por lo tanto, ella debía ser ajena al hecho”, dijo el Presidente.
Fernández, sin embargo, no se refirió a las recientes declaraciones de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien había dicho que quería revisar el peritaje.
El giro fue en respuesta al documental seriado de la plataforma de streaming. El material -producido en sigilo en la Argentina y editado en Europa- se estrenó hoy, pese a que estaba completo mucho antes. Netflix habría decidido postergar su publicación hasta después de las elecciones presidenciales en nuestro país para evitar interpretaciones políticas de las que el documental busca mantenerse al margen.
Testimonios y pocos aportes
Con multiplicidad de testimonios de la mayoría de las figuras centrales de la investigación por la muerte de Nisman, el documental -de seis capítulos de una hora- analiza en profundidad, aunque aunque sin llegar a hacer aportes que cambien la mirada del desarrollo judicial, el caso del fallecimiento del fiscal, las hipótesis, la vinculación con el atentado a la AMIA de 1994 y el impacto político.
“Sí [creo que Cristina quería matarme]”, responde Antonio “Jaime” Stiuso, con un gesto de la mano izquierda como quien cuenta algo obvio.
“Estoy vivo para poder contar la historia y que se sepa la verdad. A más de uno le gustaría que yo esté muerto”, dice el técnico informático Diego Lagomarsino con la voz quebrada.
“Nunca medimos las desventajas, que fueron mucho más grandes que las ventajas”, admite el excanciller Héctor Timerman -fallecido en diciembre de 2018-, en referencia al memorándum con Irán.
Con el exespía de la SIDE como uno de los protagonistas principales, la serie también reúne al exsecretario de Inteligencia Oscar Parrilli, a la exfiscal Viviana Fein, al exsecretario de Seguridad Sergio Berni, al abogado de las hijas del fiscal, Juan Pablo Vigliero, y a la extitular de la Oficina Anticorrupción Laura Alonso, entre otros.
En un equilibrio entre las hipótesis de homicidio y suicidio, el documentalista británico Justin Webster pone énfasis en un relato cronológico de los hechos y en la visión de primera mano de los personajes.
En un testimonio corto, Fernández se refiere a la denuncia de Nisman contra la expresidenta y otros funcionarios por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA. El Presidente cuenta una conversación que tuvo con Nisman luego de que el fiscal expusiera los detalles de su denuncia en TV. Según Fernández, en ese momento le dijo que tenía un “problema” con su denuncia porque no sabía “qué sustento probatorio” tenían sus afirmaciones.
Fernández también hizo una descripción breve de Cristina Kirchner. “Es una mujer de una gran inteligencia, muy dogmática. Ese dogmatismo y falta de pragmatismo la ha hecho chocar muchas veces en sus búsquedas”, dijo.
En tanto, Stiuso ratifica en el documental su denuncia sobre la existencia de un servicio de inteligencia paralelo al oficial que respondía a Cristina. Stiuso vincula a ese presunto grupo a las amenazas que recibía Nisman por correo electrónico, en el que lo llamaban “pajarito”. Tras leer una de las amenazas contra el fiscal, Stiuso asegura que el mail era “del Gobierno” y afirma que las amenazas provenían de Cristina Kirchner “o de la gente que la rodea”.
Además de la extensa entrevista a Stiuso, en el documental dialoga su testimonio con el de Fein, quien todavía cuestiona al exespía por no atender al fiscal cuando lo llamaba y ratifica que durante su trabajo en la causa no hubo pruebas de que en el departamento de Puerto Madero hubiera habido otras personas en el momento de la muerte.