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Festejaban el triunfo de su equipo, pidió silencio y le propuso casamiento frente a sus compañeros
Gonzalo y Fernando son jugadores de hockey sobre césped del Jockey Club y emocionaron a todos los presentes en el partido.
Gonzalo y Fernando son jugadores de hockey sobre césped del Jockey Club y este domingo, tras ganarle al CEF N°54 su partido por el torneo de la Unión del Centro, uno de ellos sorprendió al otro proponiéndole compromiso ante la mirada atenta de compañeros, amigos y familiares.
El deporte tiene cada fin de semana muchas historias para contar, pero en su gran mayoría referidas específicamente a la actividad y muy pocas veces aparecen esas que cambian totalmente el foco y desvían la atención, como lo que ocurrió este domingo en el Country del Jockey Club.
La crónica deportiva dirá que Jockey venció a CEF N°54 por una nueva fecha del torneo masculino de la Federación Unión del Centro de Hockey sobre Césped, pero hay una jugada maestra, de esas que uno saca de la galera y sorprende a propios y extraños, que seguramente no figurará.
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Y es la que encabezó Gonzalo Almazán, uno de los jugadores del conjunto local cuando, una vez finalizado el encuentro y en plenos festejos por el triunfo, pidió silencio y frente a todos los presentes le confesó su amor a su compañero desde hace muchos años y le propuso compromiso. Del césped sintético al altar, sin escalas. Un verdadero gol al amor.
“Escúchenme por favor que quiero contar algo antes de sacarnos la foto”, arrancó diciendo Gonzalo. “Creo que este es el momento justo. Hace desde el 2015, 2016 que jugamos al hockey y hace 11 años que estamos de novios y creo que este es el momento ideal”, y mientras buscaba el anillo en su cintura, todos los presentes se dieron cuenta de lo que estaba pasando y estallaron en un grito de emoción ante la sorpresa en el rostro de Fernando. Enseguida Gonza se arrodilló y pronunció la tradicional frase: “Te queres casar conmigo”, que por supuesto fue respondida con un “Sí” y acto seguido el abrazo de todo el plantel y los festejos emocionados.
La historia de amor entre Gonzalo y Fernando nació, según cuenta el propio Fernando, allá por el 2013. “Nos conocimos por Facebook y al hockey me llevó él. Gonza ya jugaba por el Profesorado de Educación Física y yo un día lo fui a ver en un torneo seven de verano y justo de último momento faltó el arquero. Así que me puse los pads (NdR: el equipo para atajar) y ese fue mi primer partido de hockey”, contó Gonzalo a Sur24.
Así, casi de casualidad comenzaron a transitar juntos la vida compartiendo el deporte y empezando a sembrar en cada uno de sus compañeros una admiración por esa historia de amor tan pura y envidiable que, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, fue aceptada desde el principio dentro de un ambiente de amistad y cabeza abierta.
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“Por suerte nunca tuvimos problemas por lo nuestro. Cuando entré a jugar en CEF, lo hice ya siendo el novio de Gonza y el recibimiento fue bueno, siempre hace falta gente nueva jaja. Obvio con el tiempo va surgiendo el quedar fuera de muchos chistes y conversaciones normales de un grupo de hombres heterosexuales”, comienza explicando Fernando sobre cómo es su relación dentro de los grupos en los cuales han estado.
“En cambio, en Jockey, que ya todos sabían cuando entramos que éramos pareja, el grupo siempre se cuidó mucho de no hablar de más o hacer muchos chistes sexualizados y esas cosas. Pero como el grupo en general es de gente más grande, siempre hubo muchos más temas que nos unen. De todas maneras, nosotros separamos bastante y siempre nos manejamos como compañeros de equipo en esos momentos. Además, somos muy aguerridos los dos así que siempre nos hicimos respetar en la cancha jajaja”, cerró.
La historia de Gonzalo y Fernando puede parecer para muchos una más dentro de una sociedad donde las cuestiones de género ya son cada vez más habituales. Sin embargo, es un hermoso testimonio de amor y valentía en un ámbito donde la diversidad sexual no siempre ha sido bienvenida. La decisión de casarse y expresarlo en público, es un acto poderoso de autenticidad y aceptación. Compartir su pasión por el hockey ha fortalecido su vínculo, mostrando cómo el amor y el deporte pueden entrelazarse para crear una relación sólida y sin barreras. Todos por igual, más allá del gusto personal de cada uno. Aceptarlo y trabajarlo en grupo es un acto de grandeza.
Su boda no solo celebra su amor, sino que también actúa como un símbolo de esperanza y visibilidad para quienes lo ven desde afuera y creen que no es posible. Es un recordatorio de que todos merecen amar libremente, y que el verdadero juego es vivir auténticamente y sin reservas. Encarar a fondo y contra todo y todos, como encaran en cada partido con la bocha dominada, superando rivales y obstáculos, para terminar haciendo un verdadero gol a la vida.