Buscan reducir la circulación nocturna en Santa Fe por el coronavirus
Así lo expresó el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, quien advirtió que no se puede tener “indefinidamente” cerrada la actividad comercial. Su par de Gestión, Rubén Michlig, dijo que se deberá avanzar hacia una situación “oscilante”, de cierres y aperturas. “Y nunca está descartado el aislamiento total”, advirtió. ¿Anuncios contradictorios?
¿Por qué anunciar la apertura de actividades el día en el que la provincia rozó el umbral de los dos mil contagios, el número más alto desde que empezó la pandemia? ¿No es eso contradictorio, si hace tres semanas y con números más optimistas, el Comité de Expertos había recomendado restringir? ¿Si la pretensión es promover que no haya circulación desde las veinte, es pertinente habilitar la gastronomía nocturna? ¿Y es recomendable que para llegar a esos bares o restaurantes se usen taxis y remises, cuando siempre se desanconsejó el transporte público?
El gobernador de Omar Perotti sorprendió con sus anuncios; desde el momento en el que los hizo – habitualmente se formulaban los viernes -, hasta por su contenido. Durante la mañana parecía madura una decisión más proclive a un esquema diferencial, que permitiese algunas aperturas en Santa Fe pero la prórroga de restricciones en el sur. Sin embargo, después de una serie de reuniones en la Casa Gris, la determinación fue habilitar una serie de rubros – comercio, gastronomía, gimnasios, entre otros -, y restringir fuertemente la circulación desde las 20 hasta las 6.
El ministro de Gobierno, Estaban Borgonovo, intentó desentrañar las aparentes contradicciones enunciadas al principio.
– ¿No es controvertido liberar actividades en el momento de mayor cantidad de contagios?
– La pandemia y sus restricciones llevan muchos meses. La gente y muchos de los sectores que ahora abrimos están en una situación dramática con falta de ingresos mínimos para subsistir; muchos bares han cerrado y otros anunciaron que van a cerrar. Lo mismo pasa con los gimnasios y comercio. Es decir, no se puede indefinidamente tener cerrada la actividad comercial. Esto llegó a un punto en el que la sociedad también demanda trabajar. Ésa es una situación objetiva; y todos estos sectores en su mayoría acompañaron, cerraron y cumplieron las restricciones. Realmente se había acumulado una demanda muy fuerte. Todos sabemos que la pandemia se va a extender; todos los informes van en ese sentido. En ese contexto hay que encontrar una modalidad para poder convivir con esto. Y sin actividad comercial es imposible. Lo que quedaba, entonces, era tratar de combinar esa apertura con protocolos muy afinados, y alguna restricción de la circulación que es la que empieza a las veinte. El modelo sería ‘de día se trabaja y a la noche todo el mundo se queda en su casa’. Pensamos que si se cumplen protocolos y se reduce la circulación, que además va a permitir desalentar las reuniones sociales, podemos ir alcanzando un equilibrio entre actividad económica y medidas sanitarias.
– ¿Permitir la circulación hacia lugares gastronómicos con transporte público que siempre se desaconsejó no es también contradictorio?
– En Rosario, ya todos los taxis tienen dividida la cabina con vinilo. Se promueve el local de cercanía que es el concepto que se privilegió siempre, y si no, se puede ir en taxi o remis. Obviamente que no va a ser el mismo número de personas que podrían asistir con auto particular. Pero por eso decimos que la idea básica es trabajar durante el día y durante la noche, permanecer en la casa. Y si por excepción se quiere ir a cenar, se toma un taxi. O se va caminando.
– ¿Se prevén controles más fuertes y operativos de seguridad mas exhaustivos?
– Sí, se habló con los intendentes para reforzar controles con fuerzas policiales de la provincia. Incluso, el gobernador habló de pedir apoyo a las fuerzas federales; y los municipios van a colaborar con control urbano. Vamos a tratar todos de reforzar controles a partir de las veinte. Igualmente, seguimos haciendo una fuerte apelación a la gente. Si no, no funciona.
Perspectivas
Respecto del aparente aspecto contradictorio de las medidas, el ministro de Gestión, Rubén Michlig, reparó en el escenario que se plantea a partir de la situación del sistema sanitario. “Hoy – dijo a El Litoral-, se observa la capacidad de camas ocupadas. Eso, si bien muestra una situación crítica, se entiende que todavía podría soportar la demanda con este nivel de actividad que se habilita, porque estas aperturas estarían compensadas con la disminución en la circulación. Por lo tanto, no se debería generar un cambio sustancial de la situación sanitaria. Hay una apuesta muy fuerte a la disminución de la circulación porque las causas principales de contagio siguen estando en los encuentros y reuniones sociales; las medidas van en ese sentido”, planteó.
El funcionario advirtió que “queda siempre la posibilidad de generar una mayor restricción o hasta un aislamiento total, pero esa decisión tiene que implicar un equilibrio entre las recomendaciones sanitarias y las necesidades de la gente. El estado tampoco puede asistir de forma permanente a todos los efectos derivados de la pandemia. Se asiste, se apoya, pero tampoco podemos cerrar toda la economía y garantizarle el ingreso a todos. En la búsqueda de ese equilibrio y mirando siempre la cantidad de camas ocupadas, se plantea esto”.
– ¿Hoy por hoy consideran que no debe apelarse a una medida más severa como el aislamiento?
– Hoy, hoy, a esta hora, no. Mañana puede ser distinto. Si es necesario, se retrocederá. Quedan muchos meses por delante aún; está claro que el aislamiento genera un cambio brusco (positivo) en la curva de contagios, pero ésa tiene que ser una medida extrema y no se puede sostener de manera permanente. Más allá de las presiones, uno busca ese equilibrio. Nosotros no nos movemos por las presiones, sino por la observación de la realidad.
– Si hace dos semanas, incluso con datos más positivos, el Comité de Expertos recomendaba restringir actividades ¿Cómo se explica la liberación ahora?
– Se toma del Comité de Expertos la recomendación de disminuir la circulación. Y ellos también coinciden en que hay que generar una conciencia social más importante. Si no tomábamos las medidas de estas semanas, la situación hubiera sido caótica. Hace dos semanas generamos restricciones y tuvimos un montón de actividades cerradas; ahora, hay que darles aire para tal vez dentro de un período volver a restringir. Es una oscilación permanente. Tenemos muchos meses hacia atrás y muchos meses hacia adelante. Por eso se busca un equilibrio. Y se restringe la circulación desde las veinte porque se considera que a partir de esa hora, hay un desplazamiento más vinculado a las reuniones sociales.