Ganó el Barsa y sigue en carrera por la Liga
Barcelona se quedó con el derby catalán y termina el miércoles a un punto del Real Madrid. Leo no sumó asistencias ni goles, pero fue importante con el balón. Y mandó al descenso al Espanyol…
El fútbol termina siendo el deporte más ilógico del mundo. ¿Cómo puede ser que una tarjeta roja termine beneficiando al que la recibió? Pasó en el derby catalán. La expulsión del niño Fati fue lo mejor que le pudo pasar al Barcelona. Fue el chispazo inesperado que terminó quebrando un partido que en el primer tiempo se había jugado como quiso el Espanyol.
La expulsión del extremo, por una plancha a cinco minutos de haber entrado, llevó a que la visita se prendiera en lo que entiendo un juego de ver quién era más macho. Al instante, Lozano devolvió el planchazo y también se llevó la roja a instancia del VAR. 10 contra 10, todo en el inicio del segundo tiempo. el Barsa arrasó al encontrar más espacios.
Fue Suárez, luego de un remate de Messi, quien se encontró solito dentro del área para marcar el único gol del partido. No fue un buen juego del Barsa ni del mejor futbolista del planeta. Si repasamos, el 10 tuvo un pase de gol a Suárez que no terminó de la mejor manera, un tiro libre al ladito de un ánguolo y un zurdazo de aire que el arquero López se la sacó de gran manera. A Leo se lo notó con más ganas de asistir que de hacer goles, con la clara intención de sumar otro récord a su carrera (está a dos pases de gol -21 a 19- de pasar a Xavi en una temporada).
Para el Barsa, que debió recurrir más de una vez a las manos de ter Stegen, el trabajado triunfo significó seguir soñando con la Liga. Para su clásico, su descenso a Segunda. Con los tres puntos quedó a uno del Real Madrid, que el viernes jugará un partido ganable en casa contra el Alavés. Para Setién, muy criticado, también fue buena base para justificar sus últimas decisiones. Messi de enganche, y Suárez y Griezmann como delanteros le dio dos triunfos en misma cantidad de juegos. La pregunta que se hacen en Cataluña es obvio. ¿Por qué se acordó tan tarde de poner al francés en el lugar que siempre debió haber jugado?