Grupos indígenas protestan contra Bolsonaro en Brasilia
Desde el inicio de semana miles de representantes de varias comunidades indígenas brasileras buscan visibilizarse frente al Congreso, planteando la necesidad de no adoptar un proyecto promulgado por el Ejecutivo de Jair Bolsonaro que es considerado nocivo para sus vidas.
Catalogando el momento y la resolución como “el más importante del siglo”, unos 6.000 indígenas de 173 pueblos originarios acampan desde anoche en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia, ante la inminencia de un fallo de la corte suprema que es considerado clave para el futuro de las tierras ancestrales.
La manifestación es de las más importantes de los pueblos originarios, según informó la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib).
El Supremo Tribunal Federal (STF), la instancia máxima de la Justicia, debe iniciar en el día de hoy la votación sobre el “marco temporal”, un pedido para reivindicar la demarcación de tierras ocupadas antes de la Constitución de 1988.
La agenda de reducir el espacio temporal para reivindicar tierras ancestrales es una de las banderas del presidente Jair Bolsonaro, que, en cambio, promueve una ley para legalizar la minería y los agronegocios dentro de las mismas.
La corte debe resolver un fallo de un tribunal de apelaciones sobre un territorio del estado de Santa Catarina reivindicado por los pueblos xokleng, guaraní y kaingang.
De materializarse la ley propuesta por el ejecutivo brasilero, estos pueblos verían reducido significativamente su territorio. Los indígenas consideran que tomar 1988 como referencia para catalogar un terreno como ancestral o no, es “injusto” debido a que durante la última dictadura militar fueron expulsados de la mayoría de sus hogares.
Vale recordar que Brasil incluyó en 1988 la legalización de tierras indígenas en su Constitución tras el fin de la dictadura militar en 1985.
Desde que Bolsonaro llegó al poder, en 2019, los indígenas multiplicaron sus denuncias sobre invasiones a sus tierras, violencia y otras agresiones a sus derechos.
El líder ultrareaccionario se ha mostrado en varias ocasiones admirador de la dictadura que tanto daño hizo a los pueblos indígenas, en tanto, buena parte de su aporte de campaña estuvo solventado por empresas madereras y cárnicas.