Trágico accidente
Habló uno de los sobrevivientes del helicóptero que cayó al río Paraná: “Fueron segundos”
El incidente tuvo lugar el domingo por la tarde en la localidad de Ramallo; la única víctima fatal fue el empresario Gustavo Degliantoni
Un helicóptero en el que iba un grupo de amigos se estrelló el domingo sobre el río Paraná, a la altura de Ramallo, luego de salir de almorzar en un parador de la zona de El Embudo, en las islas frente a Rosario. Por razones que todavía se investigan, la aeronave se precipitó al agua, y sólo tres de los pasajeros lograron salir ilesos. Gustavo Degliantoni, quien piloteaba el avión, falleció al momento del accidente, debido a un supuesto paro cardiorrespiratorio, según las primeras declaraciones.
Horas después del accidente, uno de los sobrevivientes contó cómo sucedió la tragedia. Se trata de Osvaldo Iommi, quien fuera el copiloto del empresario ramallense de 71 años, que logró desabrochar su cinturón y salir a flote del helicóptero. “Venía todo bien, y pasó lo que pasó. Fueron segundos. Nosotros alcanzamos a salir, pero Gustavo quedó enganchado y no sabemos que pasó”, explicó.
Según lo que afirmaron testigos que se encontraban en los alrededores del accidente, el helicóptero había sido visto volando muy bajo y haciendo maniobras arriesgadas. “No vi nada, yo justo agaché la cabeza para agarrar el celular y cuando la levanté vi que el agua salpicaba el frente del helicóptero. Se dio la vuelta y nos hundimos”, expresó, consultado sobre qué había provocado el accidente.
Al referirse a las arriesgadas maniobras de la aeronave, afirmó: “No sé cuál es el motivo por el que venía volando tan bajo. Tal vez porque porque estábamos volviendo y faltaba poco, porque querían ver el partido de River”. “Fueron décimas de segundos, fue todo muy rápido”, agregó.
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Iommi, Rubén Calderón, Rubén Ojeda y Julio César Puchet -los otros pasajeros- lograron soltarse el cinturón y salir para ser socorridos por los servicios de emergencia, pero el piloto quedó atrapado y no pudo ser rescatado a tiempo. “Los otros amigos que estaban atrás no sé cómo hicieron para salir, porque cuando los vi estaban sin el cinturón. Fui el segundo en flotar y, cuando miré, los vi a los otros muchachos que estaban saliendo. Y Gustavo muere, lamentablemente”, acotó el amigo del empresario.
El piloto, que era dueño de la petrolera Degab, también era propietario de la guardería náutica más grande de la ciudad. “Todavía no nos ha caído la ficha, vamos a ver cómo seguimos”, resaltó Iommi, quien además destacó ser amigo de toda la vida de la víctima, con quien solía juntarse habitualmente: “Nos habíamos juntado a almorzar, como tantas otras veces, y habíamos salido como una tarde más”, insistió, y agregó: “¿Que pasó? No sé. La Justicia y los peritos determinarán que pasó, yo vi que nos hundimos y nada más”.
En último lugar, se refirió a la teoría que habla sobre un problema de salud del piloto que habría causado el accidente. “Veníamos bien, riéndonos, inclusive pasamos por varios lugares a saludar a amigos”, contó, descartando, por lo menos, la opción de que se haya sentido mal antes del choque.