Hallaron gran carga orgánica en las muestras del río Salado
El análisis realizado por investigadores del Instituto Nacional de Limnología arrojó resultados preliminares que indicarían la presencia de vertidos domésticos, restos de bosta de ganado y productos alimenticios. Toma fuerza la hipótesis de la falta de oxígeno. Restan los estudios para corroborar si hay o no presencia de agroquímicos.
Las muestras analizadas por el Inali se tomaron debajo del puente de la Ruta 70; y aguas arriba y abajo del Puente Carretero. Crédito: Manuel Fabatia
Pasaron los días, pero la imagen devastadora de los peces muertos sobre el río Salado está latente. Ya con algunas muestras analizadas y resultados preliminares, la falta de oxígeno (hipoxia) toma fuerza como la principal causa de la muerte de miles de ejemplares. Pero es preciso afirmar que se debió a múltiples factores que aun están siendo analizados.
“Los resultados que tenemos son preliminares, como venimos resaltando hasta ahora, la determinación de la causa de la mortandad de peces es difícil de determinar. Primero porque nosotros medimos un par de días aguas abajo de donde supuestamente se dio el evento, y segundo porque se debe a un combo de factores”, destacó Luis Espínola, doctor en Ciencias Ambientales e investigador adjunto del Conicet (Instituto Nacional de Limnología-UNL), quien analizó las muestras del agua del río Salado en el laboratorio del Inali.
De las muestras obtenidas en tres sectores (bajo el puente de la Ruta 70; aguas arriba y aguas abajo del Puente Carretero), los investigadores analizaron la relación de la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno) y la DQO (Demanda Química de Oxígeno), que son unos de los parámetros más importantes en la caracterización (medición del grado de contaminación) de las aguas residuales, e indican si hay contaminación mayormente orgánica o inorgánica.
“Los resultados estarían indicando que hay una concentración entre 0.8 y 1, de la relación de la DBO y la DQO, lo que marca que habría vertidos domésticos, bosta de ganado y productos alimenticios. Esto es un indicativo, no es la causante de la mortandad”, analizó el doctor en Ciencias Ambientales, en diálogo con El Litoral.
Con estos resultados, se corrobora parte de la hipótesis de que la muerte de los peces se debió, en parte, a la falta de oxígeno en el agua. “Al haber un ingreso de materia orgánica, excedente a lo normal, sumado al bajo poder de dilución que tiene hoy el río por la situación hidrológica. Tal vez, en otra situación del río, esta carga orgánica ni se hubiese notado”, señaló Espínola.
Otra observación que hizo el especialista es que en las distintas muestras analizadas, la relación del DQO y DBO varió sus resultados según la cercanía con el lugar del hecho, que se estima se da en San Justo, es decir aguas arriba de Santo Tomé. “Debajo del puente de la Ruta 70 y en el último punto la medición la relación DQO y DBO dio 0,70, es decir que el río va diluyendo un poco el efecto del excedente orgánico”, comentó.
En paralelo a estos análisis, desde el Gobierno Provincial tomaron muestras que aún no tienen sus resultados finales de laboratorio. Lo mismo hizo la Procuración General de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, que envió muestras al Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress), pero por el momento tampoco tienen resultados preliminares.
Otros factores
Al ser consultado si fue posible encontrar algún tipo de agroquímico en el agua, ya que también fue uno de los posibles factores causantes del episodio, Espínola indicó: “Nosotros no tenemos la capacidad de análisis sobre agroquímicos en nuestro laboratorio, de ese estudio se encargó otro laboratorio”, y agregó que “de todas formas va a ser difícil determinar una causa, porque hay varios factores dando vueltas, magnificados por el déficit hidrométrico”.
Por otro lado, Espínola advirtió que el río Salado tiene un historial que involucra a muchas empresas que arrojan sus desperdicios al agua, “no se le puede echar la culpa a ellos porque no hay pruebas y no se puede hacer una relación lineal”, sostuvo.
En las muestras analizadas también se arrojó el resultado preliminar de los niveles de fósforo y nitrógeno. “Si bien son altos, están en los índices adecuados para la vida acuática, no son perjudiciales. De por sí, el río Salado tiene una alta cantidad de nutrientes”, resaltó.
La mortandad ocurrida en la laguna Juan de Garay (ex Bedetti) semanas atrás, tiene marcada diferencias con la muerte de los peces del Salado. “En la Bedetti también se encontraron valores altos de la relación DBO y DQO. A comparación con la laguna, en el río Salado no se encontraron floraciones de cianobacterias, el agua tenía otro color, eso marca la diferencia entre un agua estancada con la que tiene un mínimo movimiento como el Salado”, comparó el investigador adjunto del Conicet.