Hay desabastecimiento de cigarrillos en los kioscos santafesinos
Muchas marcas ya no se consiguen. Sólo venden dos atados por fumador. Una adicción que mata y genera abstinencia.
Fumar es perjudicial para la salud, dice el mensaje que llevan los atados de cigarrillos. Y en cuarentena, además, es casi prohibitivo, debido al desabastecimiento que hay en los kioscos de la ciudad, al igual que ocurre en el resto del país. Por otra parte, las autoridades sanitarias recomiendan evitar el consumo de cigarrillos debido a que los fumadores están más expuestos a un posible contagio y a desarrollar una enfermedad grave en caso de contraer el Cov-Sars2.
“No hay cigarrillos y no se sabe hasta cuando no va a haber”, advirtió la kiosquera Ana Laura Gil, en representación de sus pares que integran la Cámara de Kioscos de Santa Fe. “Algunos kioscos todavía tenemos unos paquetes de segundas marcas que estamos vendiendo pero cuando se agote ya no vamos a poder reponer”, agregó. Y más adelante, comentó Gil que quienes todavía cuentan con algo de stock están vendiendo “sólo dos atados por cliente. Pero en pocos días ya no va a quedar nada”.
La faltante se debe a que al no ser considerados una actividad esencial ante la cuarentena general por la pandemia de coronavirus, las fábricas están ‘paradas en su totalidad”, advirtió el secretario general del Sindicato Único de Empleados del Tabaco de la República Argentina (SUETRA), Raúl Quiñones. Esto afecta además a los 10 mil trabajadores que son empleados directamente por las tabacaleras.
Además del desabastecimiento de cigarrillos, “está creciendo” el contrabando de esos productos, lo que hace que el Gobierno deje de recaudar “700 millones de pesos por día” en impuestos, advirtió Quiñones.
Sin producción
“La producción nacional llegó a su fin. Lo que están haciendo las dos multinacionales para evitar el desabastecimiento es importar de Brasil y de Chile: eso genera una gran preocupación porque empiezan a entrar en juego las fuentes de trabajo”, manifestó Quiñones. Y agregó: “Los 8 millones de fumadores empiezan a tener acceso al contrabando, que ha crecido. Y eso acarrea que empieza a tener acceso al cigarrillo el menor de edad, porque deja de venderse en los puntos de venta convencionales”.
Frente a este contexto, el líder de SUETRA remarcó que si no se flexibiliza la cuarentena general para la actividad tabacalera, “se importa mano de obra de Brasil y Chile en desmedro de la de argentina‘, ante lo cual afirmó que diseñaron un ‘protocolo para que se pueda reactivar la industria” de manera segura y evitar la propagación del coronavirus.
Sin embargo, hay que decir que los fumadores con Covid-19 “tienen 14 veces más probabilidades” de sufrir una enfermedad grave, de acuerdo a recientes estudios científicos. Además, los fumadores en general sufren un deterioro de su sistema inmunológico que los hace proclives a contraer el virus Cov-sars2, que genera la enfermedad.
El tabaquismo es una adicción
En 1988, el Ministerio de Salud de Estados Unidos clasificó a la nicotina como una sustancia adictiva. Los cigarrillos son sumamente eficientes para suministrar nicotina. Cada vez que inhala, el fumador promedio consume entre 1 y 2 mg de nicotina por cigarrillo. La nicotina llega al cerebro en unos 10 segundos lo que contribuye a su gran poder de adicción. El cigarrillo y otros derivados del tabaco generan dependencia por un mecanismo similar al de la adicción a drogas como la cocaína y la heroína.
La definición de adicción implica entre otros: existencia de tolerancia (se debe ir aumentando la dosis para tener el mismo efecto); síndrome de abstinencia ante su ausencia y el consumo compulsivo de una droga, a pesar de conocer las consecuencias negativas que tiene en la salud.
El síndrome de abstinencia característico de la falta de nicotina incluye irritabilidad, somnolencia, fatiga, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, aumento de peso, urgencia de fumar. La mayoría de estos síntomas alcanzan su máxima intensidad entre 24 a 48 horas luego del último cigarrillo y van disminuyendo lentamente en un período de 2 a 4 semanas.
El consumo de tabaco genera tres formas de dependencia: física, psicológica y social.
“Fumando espero”
Para dejar de fumar hay que esperar que se reinicien los cursos que ofrece el gobierno provincial, que fueron suspendidos en el marco de las medidas de aislamiento.