Nueva Zelanda
Historia viral: un hombre sobrevivió de milagro en altamar tras ser rescatado gracias al reflejo de su reloj
El protagonista del inusual hecho logró permanecer flotando casi 24 horas a la deriva y luchando contra la corriente marina que lo arrastraba cada vez más a la zona de altamar.
Un hombre sobrevivió milagrosamente en la zona de altamar de Nueva Zelanda, luego de sufrir un accidente en su barco y permanecer flotando casi 24 horas a la deriva al acecho de los temibles tiburones, pero pudo ser rescatado gracias al uso ingenioso de su reloj pulsera para ser identificado.
Todo comenzó el pasado martes cuando el protagonista de la historia —de quien todavía se desconoce su identidad— salió con su barco de 12 metros de largo a navegar en las costas de las islas Alderman.
Por razones desconocidas, cayó de la embarcación y jamás pudo volver a tener contacto con ella, ya que la corriente marina lo arrastró a las profundas aguas de altamar.
Sin más remedio, el hombre pasó toda la noche flotando en el medio del océano, intentando nadar hacia tierra firme, pero sin resultados positivos.
Por la tarde del último miércoles, el protagonista del inusual hecho divisó a un trío de pescadores, por lo que intentó enviar señales de socorro y así darle un punto final a su odisea en aguas abiertas.
Para eso, utilizó el reflejo del sol con su reloj de pulsera para llamar la atención de los marineros. Y lo logró: el grupo se dirigió a investigar y uno de ellos creyó que había "un humano" flotando en el agua, según lo relatado por el medio internacional BBC.
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White, uno de los pescadores, dijo a los medios: "no es algo que se esperas ver a 16 kilómetros de la parte trasera de la Isla Mayor", esperando que sus compañeros "no le creyeran", logrando el rescate del náufrago cerca de la costa de Whangamata.
La Policía de Nueva Zelanda solicitó el traslado del hombre a un hospital para ser tratado por hipotermia y deshidratación. "Es un milagro absoluto que el pescador siga vivo después del calvario", sostuvo uno de los agentes al medio anteriormente mencionado.
Lo particular del caso tiene relación con lo contado por el náufrago ante la policía neozelandesa: mientras permaneció flotando casi un día entero, un tiburón estuvo al acecho del hombre y merodeó el perímetro, pero que afortunadamente no lo atacó y el escualo continuó su rumbo.