Histórico: el Papa permitirá votar a mujeres en el próximo sínodo de obispos
El papa Francisco ha decidido dar a las mujeres el derecho a votar en una próxima reunión de obispos, un cambio sin precedentes que refleja sus esperanzas de que mujeres y legos ganen poder de decisión en la Iglesia católica.
Francisco aprobó los cambios en las normas del Sínodo de Obispos, un organismo vaticano que congrega a los obispos del mundo en encuentros periódicos.
El Vaticano publicó el miércoles los cambios aprobados por el pontífice, que hace hincapié en su visión de que los legos asuman un papel más grande en asuntos de la Iglesia limitados durante mucho tiempo a clérigos, obispos y cardenales.
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HISTÓRICO: EL PAPA PERMITIRÁ VOTAR A MUJERES EN EL PRÓXIMO SÍNODO DE OBISPOS
Hace décadas que las mujeres reclaman el derecho a votar en los sínodos. El próximo está previsto para octubre.
Desde el Concilio Vaticano Segundo, las reuniones de la década de 1960 que modernizaron la Iglesia, los papas han convocado a los obispos a Roma durante unas pocas semanas cada vez para abordar temas concretos.
Al final de cada cita, los obispos votan propuestas concretas y se las presentan al papa, que después emite un documento teniendo en cuenta sus posiciones.
Hasta ahora, los únicos que podían votar eran hombres.
Pero según los nuevos cambios, cinco religiosas se sumarán a cinco sacerdotes como representantes con derecho a voto de las órdenes religiosas.
Francisco decidió además nombrar a 70 miembros del sínodo que no son obispos, y ha pedido que la mitad sean mujeres. También esos participantes podrán votar.
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TEÓLOGA ESPAÑOLA EN EL SÍNODO, SOBRE EL VOTO DE LAS MUJERES: “GRAN AVANCE IMPENSABLE HACE UNOS DÍAS”
La teóloga española Cristina Inogés Sanz, que forma parte de la Comisión Metodológica de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, ha calificado de “gran avance impensable hace unos días” la decisión del Papa de permitir el voto de mujeres y laicos.
Inogés ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que esta medidase enmarca en los “primeros pasos de lo que debe ser la Iglesia de la escucha y del discernimiento”.
“Entra dentro de lo que es la práctica sinodal. En este Sínodo, Francisco ha ido poco a poco aplicando cambios. Verdaderamente, es un gran avance impensable hace unos días. Tenemos que caminar hacia el Sínodo del pueblo de Dios, y este es el primer paso. Creo que estamos ante los primeros pasos de lo que debe ser la Iglesia de la escucha y del discernimiento. Es un paso muy importante y muestra la libertad con la que actúa Francisco”, ha apuntado.
En una decisión sin precedentes, el Papa ha renovado la estructura del Sínodo para que tanto laicos como mujeres religiosas tengan derecho a voto en el texto final que salga de los debates sinodales. Se trata de un paso que ya se había conseguido para los religiosos, pero que hasta ahora tenían vetado las mujeres superioras de órdenes religiosas, aunque gozaban del mismo estatus canónico.
En otra decisión histórica, en febrero del 2021, el Papa nombró Secretaria General del Sínodo con derecho a voto a la religiosa javeriana Natalie Becquart, como la primera mujer con derecho a voto en este organismo de consulta eclesial.
“No puede ser que unos pocos decidan por todos; no puede ser que se tomen decisiones sin tener en cuenta las peculiaridades y diferencias culturales; no puede ser que algunos varones decidan siempre por las mujeres. San Cipriano decía que lo que a todos nos afecta, por todos debe ser decidido y aprobado. Y esto lo decía en el siglo II… En el gobierno de la Iglesia tiene que estar representado todo el pueblo de Dios”, ha añadido Inogés.
En todo caso, avisa de que el Sínodo “no camina por una balsa de aceite” ya que “los obstáculos son muchos”. Para la teóloga española, estos obstáculos “han venido porque algunos obispos y parte del clero -sobre todo joven- sentían un cierto recelo ante los cambios que puedan llegar”. “También es verdad que estamos en el momento de pasar del poder a la autoridad, y eso impone bastante”, ha matizado.
A su juicio, esta decisión tendrá una buena acogida en España porque, “en definitiva, es buena para la Iglesia”. “Probablemente, algunas personas se sorprenderán, pero creo que será bien recibida la noticia porque, ¿quien puede negarse a la libertad del Espíritu?”, ha concluido.
Por su parte la italiana Paola Lazzarini, fundadora de la asociación ‘Donne per la Chiesa’ Mujeres por la Iglesia, una red de mujeres que promueven una presencia femenina asertiva en la Iglesia católica, ha recibido “con satisfacción estos cambios en la composición de la asamblea” en la que “no sólo podrán votar las religiosas, sino también algunos laicos”.
Esta asociación lleva pidiendo desde el Sínodo de la Juventud de 2018, junto con la red internacional de asociaciones de mujeres católicas Future Church ‘Voices of faith’, que las mujeres puedan votar en los sínodos trabajando. Con todo, ha hecho hincapié en que siguen existiendo “algunos puntos críticos”.
Así, ha explicado que “las reivindicaciones de base de las mujeres de todo el mundo que han participado en los procesos sinodales han sido a menudo desestimadas en favor de los documentos elaborados por los grupos sinodales ‘oficiales’ de las diócesis”. Asimismo, ha matizado que la composición de la asamblea no será igualitaria: “En una asamblea que probablemente superará los 200 miembros, habrá un máximo de 40 mujeres votantes, 35 de las cuales formarán parte de los 70 ‘no obispos’ (no necesariamente laicos) y serán nominadas y no elegidas, como ocurrirá con los obispos y religiosos”, ha asegurado.
Lazzarini se refiere así a la decisión del Papade eliminar la figura de los auditores en la asamblea y, en su lugar, añadir a “otros 70 miembros, no obispos, que representen a otros fieles y que pueden ser sacerdotes, personas consagradas, diáconos o fieles laicos y que procedan de las Iglesias locales”.
En todo caso, ha asegurado que la propia experiencia del Sínodo sobre la Amazonia ha mostrado “cómo -incluso cuando la asamblea llega a aprobar un documento final- el Papa no saca necesariamente adelante las reformas concretas aplicando las reformas requeridas”. “Sigue siendo un órgano consultivo”, ha zanjado.