Huevos de Pascua: ¿por qué se comen?
La costumbre tiene diferentes hipótesis históricas; la publicidad y el marketing viraron el consumo hacia un sentido más lúdico, infantil y de diversión para esta Semana Santa
Este domingo 17 de abril se celebrará la Pascua en los hogares argentinos y la celebración incluye un momento muy especial: la tradición de comer huevos de chocolate, que los niños disfrutan más que nadie en la familia.
El consumo del clásico dulce para esta fecha especial ha ido en aumento en los últimos años y hasta es posible conseguir las versiones de huevo ovalado familiar, formas de conejo, mini huevos o bombones pequeños, rellenos, con dulces, confites o sorpresas para armar, e incluso hasta preparaciones saladas.
Las variantes son cada vez más numerosas, pero cuál es el origen de la tradición de los huevos de Pascua y cómo se vincula la celebración religiosa de la resurrección de Jesús. El consumo de los dulces de chocolate, tan característicos en el último día de la Semana Santa, tiene varias explicaciones, ninguna concluyente.
Las hipótesis que relacionan a los huevos decorados con la Pascua
El estudio de documentos históricos indica que la primera referencia escrita a la entrega de huevos de Pascua aparece en alemán, y data del año 1407. Se cree que esta costumbre llegó a Alemania de los pueblos eslavos de Europa del Este, aunque de esto último no existe evidencia escrita.
Sin embargo, esta hipótesis coincide con la tradición eslava de colorear y diseñar dibujos en los huevos. La costumbre también es común entre los miembros de la Iglesia ortodoxa siria, la Iglesia maronita siria y la Iglesia apostólica armenia, que cortaron los lazos con la Iglesia ortodoxa oriental en los siglos quinto y sexto.
Otro origen que se atribuye a la costumbre de los huevos decorados y de chocolate es la tradición cristiana de abstenerse de comer huevos durante la Cuaresma, los 40 días antes de la Pascua. Como las gallinas seguían poniendo huevos durante ese período y se suponía que no iban a ser comidos, algunas personas los decoraban para diferenciarlos y no consumirlos.
Otra explicación difundida es que los huevos simbolizan la vida eterna y la fertilidad, y ese concepto iría a tono con el paso a la vida eterna dado por Jesús en la Pascua.
Pese a estas explicaciones posibles, lo cierto es que el actual protagonismo de los huevos de chocolate tiene pocas décadas en la Argentina. La preparación y, sobre todo, el consumo están ligados más a las estrategias del marketing y al placer que a un escenario litúrgico. Ahora, los huevos de Pascua se vinculan a un sentido lúdico, de diversión y disfrute, aunque también coincide con el sentimiento de júbilo propio de la celebración religiosa.