India inicia la campaña de vacunación contra el coronavirus
India dio comienzo hoy a la mayor campaña de vacunación contra el coronavirus del planeta, una tarea colosal y compleja en un contexto de miedo sobre la seguridad de la vacuna, una infraestructura tambaleante y el escepticismo público.
El segundo país más poblado del mundo espera vacunar a 300 millones de los 1.300 millones de habitantes para julio, un número casi similar al de toda la población estadounidense.
Los trabajadores sanitarios, los mayores de 50 años y las personas consideradas de alto riesgo son los grupos prioritarios para recibir dos vacunas aprobadas, aunque una de ella todavía no ha completado los ensayos clínicos.
Solo el primer día el plan es inyectar la primera de dos dosis a 300.000 personas, aprovechando la experiencia del país en organizar elecciones y campañas de vacunación infantil de la polio.
Para personal de la salud que ha trabajado a destajo para mantener a flote el sistema durante la pandemia, la vacuna ofrece una muy necesitada dosis de confianza en que la vida puede volver a cierta normalidad.
“Estoy entusiasmada por ser una de las primeras personas en recibir la vacuna”, dijo la enfermera Gita Devi, mientras se levantaba la manga del brazo izquierdo para darse la inyección, informó la cadena televisiva BBC.
“Estoy feliz de recibir una vacuna hecha en la India y de que no tengamos que depender de otros para esto”, agregó Devi, quien ha tratado a pacientes durante toda la pandemia en el hospital de Lucknow, la capital del estado central de Uttar Pradesh.
La primera dosis fue administrada a un trabajador sanitario del Instituto de Ciencias Médicas Indio de la capital, Nueva Delhi, luego de que el primer ministro, Narendra Modi, diera inicio a la campaña con un discurso televisado.
“Lanzamos la campaña de vacunación más grande del mundo, que muestra nuestra capacidad”, dijo Modi, que rogó a los ciudadanos mantener la guardia y no creer en “rumores sobre la seguridad de las vacunas”.
No quedó claro si Modi, de 70 años, recibió la vacuna, como han hecho otros líderes para despejar dudas sobre la seguridad de las dosis.
Su Gobierno dijo que los políticos no serán considerados, per se, grupos de vacunación prioritaria en la primera fase de la campaña.
En torno a 150.000 trabajadores sanitarios en 700 distritos han sido formados y se han realizado varias pruebas para el transporte de las vacunas.
Pero las dimensiones del país y la pobreza unido a unas redes muy deficitarias de transporte y uno de los sistemas sanitarios con menos recursos, hacen que la tarea sea titánica.
Las dos vacunas aprobadas hasta ahora deben mantenerse en frío todo el tiempo y otras que están en desarrollo también deberán conservarse a temperaturas muy bajas.
Para ello, India cuenta con unos 45.000 heladeras, 41.000 congeladores de altas temperaturas y 300 refrigeradores de energía solar.
Se necesitarán sobre todo cuando lleguen las altas temperaturas del verano indio.
Más de 150.000 personas han muerto de Covid-19 en India y la economía es una de las más golpeadas del mundo, con millones de desempleados.
Los contagios han caído en los últimos meses pero los expertos no descartan una nueva ola debido a las masivas congregaciones en recientes festividades religiosas.
Y al igual que en otros países, existe un gran escepticismo sobre la vacuna, alimentado en parte por rumores sin ninguna base que se difunden en Internet.
El 69% de las personas no tienen prisa en vacunarse, según un sondeo reciente con 18.000 personas en todo el país.
La aprobación de la vacuna Covaxin del gigante indio Bharat Biotech sin haber concluido los ensayos humanos de tercera fase, así como la muerte de un participante en los ensayos, no ha hecho más que erosionar la confianza en la inmunización.
La otra vacuna que ha recibido la luz verde es Covishield, una versión de la que han desarrollado la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford que se fabrica en el Serum Institute de India, el mayor fabricante de vacunas del mundo