Inmobiliarias solicitan trabajar a puertas cerradas y la construcción más obreros
El ejercicio de profesionales liberales quedó suspendido desde el sábado. Las obras privadas con más de cinco trabajadores, también se frenaron.
El malestar de los referentes de actividades económicas en Santa Fe es generalizado. Las nuevas restricciones que rigen desde el sábado y, en principio por 14 días, hizo “estallar” el ánimo de empleadores y empleados.
Los rubros perjudicados por estas medidas del Gobierno Provincial y el Municipal (en parte porque se supo que no estaban del todo de acuerdo con el retroceso) son muchos y afectan a gran parte de los ciudadanos. Entre las actividades suspendidas, se encuentra el ejercicio de profesiones liberales que incluye: mandatarios, corredores y martilleros, las mudanzas y las inmobiliarias.
“No podemos actuar y es un perjuicio terrible, tampoco podemos trabajar a puertas cerradas. La actividad inmobiliaria en la ciudad de Santa Fe se mueve muchísimo en función de la administración de propiedades que abarcan el 85% de alquileres, entonces esa gran cantidad se puede pagar vía online, pero eso requiere un trámite administrativo importante”, comentó Alberto Bottai, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Fe (Cisfe), en diálogo con El Litoral.
Este lunes, la Cisfe y la Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios (Ceci) enviaron una nota al intendente Emilio Jatón en la que expresaron que se “permita al personal de las inmobiliarias de la ciudad, la concurrencia a nuestras oficinas para trabajar a puertas cerradas, durante el período de aislamiento”. Al mismo tiempo, ambas cámaras sostuvieron: “Todo nuestro personal cumple con el Protocolo Covid ya presentado”.
Freno a la construcción
Las obras privadas también se ven perjudicadas a causa del decreto Provincial, ya que deben suspenderse aquellas que ocupen más de cinco trabajadores, profesionales o contratistas de distintos oficios desarrollando tareas simultáneamente en el lugar.
Sobre estas limitaciones, Sergio Winkelmann, presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Fe (CAC), dialogó con este medio y señaló: “Pedimos empezar a trabajar ya como veníamos trabajando. Ahora sólo podemos trabajar con cinco obreros, pero así no hay forma de avanzar. Si bien somos constructores privados, lo que tenemos que construir está vendido o en proceso de pago y tenemos plazos de entrega, esto nos complica de sobremanera y debemos cumplir con nuestros clientes que confían en nosotros”.
En referencia a cómo venían trabajando, mediante los protocolos Covid que estaban aprobados para las obras de la construcción, Winkelmann destacó que en ninguna obra tuvieron contagios. “Nosotros venimos cumpliendo a rajatablas con el protocolo confeccionado con el Ministerio de Trabajo y la Uocra, y verdaderamente fue un éxito porque no tuvimos ningún tipo de contagio en ninguna obra tanto pública como privada. Eso es lo positivo y de donde nosotros tenemos para argumentar”.
Además, el referente de la CAC indicó que en las ejecuciones que se llevan adelante “no hay aglomeración de gente. Generalmente se trabaja por piso, con distanciamiento, se usa barbijo, máscara. Hay un técnico de Seguridad e Higiene que está permanentemente conduciendo al personal indicándole ´eso sí, eso no`, estamos preparados para trabajar”.
Hacer frente económicamente con estas restricciones y el freno puesto al trabajo privado, hacen que costear sueldos de trabajadores sea cada vez más difícil. “Esto carga contra los salarios y nosotros no podemos soportar más. No todas las empresas tuvimos la suerte de recibir el ATP”, concluyó el presidente de la CAC.