Integración social, clave para lograr una ciudad "habitable"
Los expertos que debatieron ayer en Rosario en el marco del Primer Encuentro de Ciudades Habitables de Latinoamérica dejaron en claro que para que una urbe brinde una mejor calidad de vida a sus habitantes debe tener una importante integración social.
"No se puede hablar de ciudad habitable cuando hay tanta diferencia social entre los habitantes", sentenció, entre otros, el ex decano de la Facultad de Arquitectura de la UNR, Héctor Floriani.
El urbanista integró una mesa redonda junto al arquitecto mexicano Gustavo Avilés, y los médicos Claudio Aldaz y Héctor Bonaccorsi.
Entre otros puntos hablaron sobre las cuestiones que hacen "habitable" a una ciudad y la relación con la calidad de vida de los ciudadanos. A su vez, los intendentes de Santa Fe, Mario Barletta y Rafaela, Omar Perotti, mostraron cómo trabajaron en cada localidad para lograr este objetivo. Por Rosario, el secretario de Salud, Lelio Mangiaterra, puntualizó los campos de trabajo en materia de sustentabilidad que se están desarrollando en la ciudad.
El evento fue organizado por Philips y la Fundación de la Ciudad de Rosario.
Diferencia social
Durante la exposición, Floriani atacó la raíz del problema de las ciudades habitables. Las definió como aquellas que lograron superar el máximo nivel de cohesión social. Algo que no sucede en Rosario, aunque haya algunas pautas de trabajo en este sentido. "Nuestra sociedad está particularmente signada por las diferencias sociales. Creo que la integración es clave para una ciudad que desea ser habitable", subrayó Floriani.
"Hay mucha diferencia entre el que menos tiene y el que más tiene y, sobre todo, los más pobres tienen demasiado poco y están excluidos de demasiadas cosas. Y esto nos involucra a todos y no sólo a los que están sufriéndolo", insistió.
Floriani destacó el papel del urbanismo. Aunque dejó en claro que las soluciones no nacen de esa área, puntualizó que desde allí se puede hacer mucho. "Es condición indispensable que haya crecimiento económico con generación de trabajo, para que la gente tenga un ingreso genuino, fruto de un trabajo productivo, aunque haya que contar con subsidios, pero para eso nos tenemos que esforzar todos. Esta es la base", puntualizó.
Destacó que desde el urbanismo se puede mejorar o empeorar la situación. En este punto se refirió a los barrios cerrados donde a metros hay villas miserias. "Los barrios cerrados no contribuyen, al contrario, incrementan la segregación, pero dudo de la eficacia de prohibir en este momento las políticas urbanísticas", dijo refiriéndose al proyecto del grupo Giros que intenta obstruir toda construcción del estilo de los countrys.
"Creo que el que vive en un barrio cerrado intenta una solución a la inseguridad, pero es ilusoria y a mí no me satisface como ciudadano", destacó. A la vez remarcó la necesidad de "ampliar la mirada" y generar sensibilidad en las personas.
Algo más que casas
Para Floriani no todo se resuelve entregando viviendas. "Hay que otorgar un pedazo de ciudad", expresó. "Se trata de asegurar un mínimo de calidad para todos los habitantes. Darles una casa es algo, pero también hay que asegurar los servicios básicos como cloacas, agua, luz, gas y junto con esto la posibilidad de contar con transporte público y lugares de esparcimiento".
Y remarcó que "hay que dejar de hablar de dar viviendas; hay que dar ciudad", concluyó el especialista.
Las luces, instrumentos clave del diseño
Gustavo Avilés es el arquitecto mexicano y lighting designer reconocido a nivel mundial que disertó ayer en una mesa redonda que organizó Philips para el público en general y luego tuvo un encuentro con colegas de la ciudad.
Avilés es promotor y creador de los Planes Maestros de Iluminación de las ciudades de San Luis Potosí (México), reconocida como Ciudad Luz. Actualmente está trabajando con el proyecto de establecer el primer Master en Iluminación Arquitectónica en la Universidad Nacional de México, junto con las universidades de Wismar (Alemania); KTH (Suecia); Parsons (Estados Unidos) y Atkos (Grecia).
En la conferencia de ayer, destacó el papel fundamental de la luz para la puesta en valor de una ciudad, tanto como lugar para vivir como “marca”. El ejemplo más claro que se citó fue la iluminación especial que la empresa Philips donó al Monumento a la Bandera por los 50 años de su creación.
A su vez, destacó el papel de la luminaria “como instrumento de seguridad” para prevenir desde accidentes de tránsito hasta robos y arrebatos, si las calles están bien iluminadas.
“La luz marca un destino, un camino, un circuito y da un carácter distinto a una zona urbana”, destacó Avilés.
“A su vez, es un instrumento clave de la arquitectura para lograr el embellecimiento de las ciudades”, continuó.
Destacó el papel “inclusivo” de la luz en la sociedad y puso como ejemplo la necesidad de planificar las viviendas sociales teniendo en cuenta la luz solar, de manera que los habitantes puedan ahorrar energía y a la vez utilizar este recurso natural.
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