Medidas extremas
Irán intensificó el uso de la pena de muerte: ejecutó a 11 personas y condenó a una activista kurda
Las condenas dictadas responden a delitos relacionados con drogas y homicidios, y forman parte de una campaña cada vez más agresiva por parte de las autoridades iraníes.
Este domingo, el régimen iraní llevó a cabo la ejecución de al menos once personas en distintas ciudades como Yasuj, Tabriz, Zahedan y Rasht. Entre las víctimas se encuentra una mujer, y los casos incluyeron condenas por delitos de drogas y homicidios. Este incremento en la aplicación de la pena de muerte en Irán ha generado inquietud entre organizaciones de derechos humanos, que ven en estas ejecuciones un claro reflejo de una política represiva en aumento.
Entre las ejecuciones se destaca la de Saman Karimi, un joven de 25 años condenado por homicidio premeditado en un proceso que activistas y Human Rights Monitor calificaron de irregular. En la prisión central de Tabriz, también fueron ejecutados Mahrokh Khani y Kazem Babaei, ambos sentenciados por delitos relacionados con drogas, después de varios años de detención. La ejecución de Mohammad Nabi Papalzehi, un ciudadano afgano condenado en un proceso presuntamente sin garantías legales, ha elevado aún más las preocupaciones internacionales.
Amnistía Internacional y otras organizaciones han denunciado repetidamente el uso de la pena de muerte en Irán, particularmente en casos de narcotráfico y delitos menores, sosteniendo que esta medida es usada como herramienta de represión contra minorías y personas vulnerables. Irán continúa figurando entre los países con mayor número de ejecuciones, en una práctica que, según estas organizaciones, carece de garantías de justicia.
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Por otro lado, en una acción que también ha causado gran alarma, se notificó la condena a muerte de la activista kurda Varishe Moradi, defensora de los derechos de las mujeres y acusada de "rebelión armada contra el Estado". Según un mensaje publicado en X por la cuenta de la encarcelada premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi, Moradi fue condenada tras una sesión del Tribunal Revolucionario de Teherán, y recientemente realizó una huelga de hambre en protesta contra la pena de muerte aplicada a activistas en el país.
Varishe Moradi, detenida en agosto de 2023, se encuentra en la prisión de Evin y es conocida por su trabajo comunitario en defensa de los derechos de las mujeres y la autonomía kurda, lo cual ha sido visto en conflicto directo con las políticas del régimen iraní.