Italia: advierten que unas 100.000 granjas podrían cerrar a causa de la guerra en Ucrania
La mayor asociación de agricultores de Italia, Coldiretti, advirtió este sábado que casi 100.000 granjas del país corren el riesgo de cerrar a causa de las consecuencias generadas por el conflicto en Ucrania.
Casi cien mil granjas italianas corren el riesgo de detener su actividad debido a la explosión de los costos de producción que superan con creces lo que se paga a los agricultores y ganaderos por sus productos, desde la leche hasta la fruta, desde la carne hasta las verduras, lo que reduce la autonomía alimentaria del país y su capacidad para responder a los choques de oferta generados por las tensiones internacionales. Es lo que se desprende del análisis de Coldiretti de los datos de Crea en referencia a los efectos de la guerra en Ucrania tras la crisis generada por la pandemia del Covid.
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En la práctica, más de una explotación de cada diez (11%) se encuentra por tanto en una situación tan crítica como para provocar el cese de la actividad pero bien cerca de 1/3 del total nacional (30%) se ve en todo caso obligado a trabajo en condición de renta negativa con impacto no sólo en el frente productivo, sino también en el empleo, la gestión ambiental, de la biodiversidad y territorial, explica Coldiretti según el estudio Crea. De la energía a los fertilizantes, de los forrajes a las semillas, desde el diésel hasta las plántulas la primera línea de aumento de precios por la que luchan las fincas es cada vez más larga – destaca Coldiretti – con aumentos de costos que van desde + 170% de fertilizantes a + 90% de alimentos a + 129% para diésel con aumentos de funcionamiento costos de más de 15.700 euros de media pero con picos de más de 47 mil euros para establos lecheros y picos de hasta 99 mil euros para granjas de pollos, según el estudio Crea.
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Los más penalizados con los mayores aumentos porcentuales de los costos corrientes -prosigue Coldiretti- son precisamente los cultivos de cereales, desde el trigo hasta el maíz, que el país necesita por la explosión en el gasto de diesel, fertilizantes y semillas y la incertidumbre sobre los precios de venta. con cotizaciones a merced de la especulación del mercado. En dificultad invernaderos y viveros para la producción de plantas, flores, pero también verduras y hortalizas seguidas de puestos de lácteos. Un escenario dramático que -explica Coldiretti- afecta de manera devastadora a toda la Península con mayores dificultades en las regiones del norte, en particular Lombardía y Emilia Romagna, a lo largo de la cuenca del Po donde se produce 1/3 de todo el Made in Italy agroalimentario.
El recorte de las cosechas provocado por el aumento de los costes -subraya Coldiretti- corre el riesgo de aumentar la dependencia del exterior para el abastecimiento agroalimentario con Italia, que ya está obligada a importar el 64% del trigo para pan, el 44% del necesario para pasta, pero también el 16 % de la leche consumida, el 49% de la vacuna y el 38% de la porcina, sin olvidar que con los cultivos nacionales de maíz y soja, fundamentales para la alimentación animal, solo se cubre el 53% y el 27% del requerimiento italiano respectivamente, según el análisis del Centro Studi Divulga.
Italia se ve obligada a importar materias primas agrícolas por los bajos salarios que se pagan a los agricultores que se han visto obligados a reducir casi 1/3 la producción nacional de maíz en los últimos 10 años durante los que también ha desaparecido uno de cada cinco maizales con la pérdida de casi la mitad un millón de hectáreas cultivadas porque muchas industrias por miopía han preferido seguir comprando especulativamente en el mercado mundial durante años, aprovechando los bajos precios de las últimas décadas. Por cada euro gastado por los consumidores en productos alimenticios frescos y procesados, apenas 15 céntimos van de media a los agricultores pero si consideramos sólo los procesados, la remuneración en el campo cae de media a sólo 6 céntimos, según un análisis de Coldiretti basado en Ismea datos.
“Necesitamos intervenir para contener la energía y los costos de producción caros con intervenciones inmediatas para salvar empresas y establos y medidas estructurales para planificar el futuro”, dice el presidente de Coldiretti Ettore Prandini, subrayando que “es necesario trabajar de inmediato para acuerdos de cadena de suministro entre empresas agrícolas y empresas industriales con objetivos cualitativos y cuantitativos precisos y precios justos que nunca caigan por debajo de los costos de producción como exige la nueva ley para combatir las prácticas desleales”.Pero -concluye Prandini- es necesario invertir para aumentar la producción y los rendimientos de la tierra con balsas de almacenamiento de agua de lluvia para combatir la sequía pero también es necesario combatir seriamente la invasión de fauna que está obligando en muchas zonas del interior a abandonar la tierra y apoyar la investigación pública. con innovación tecnológica y Nbt para apoyar la producción, la protección de la biodiversidad y como herramienta de respuesta al cambio climático.