Japón levantará el estado de emergencia el 21 de junio
El primer ministro Yoshihide Suga anunció el fin de la alerta sanitaria aunque precisó que siete jurisdicciones, entre ellas la capital del país, continuarán afectadas por ciertas medidas al menos hasta el 11 de julio
Japón decidió este jueves levantar el estado de emergencia por COVID-19 como estaba previsto el próximo lunes 21 de junio en la mayor parte del país, pero mantendrá restricciones en ciertas zonas, incluida Tokio, a un mes de los Juegos Olímpicos.
Actualmente, diez de las 47 prefecturas japonesas más pobladas del país se encuentran afectadas por el estado de emergencia declarado inicialmente el 25 de abril por la incidencia de COVID, entre ellas la capital, Tokio, y Osaka.
A partir del lunes, la emergencia sanitaria sólo seguirá vigente en Okinawa, pero siete de las provincias continuarán afectadas por ciertas restricciones al menos hasta el 11 de julio que influyen sobre todo en la actividad comercial, según dijo este jueves el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, en declaraciones a los medios.
“Desde mediados de mayo se aprecia una continua reducción del número de nuevos contagios en todo Japón y también hay un menor número de pacientes en estado grave”, explicó el jefe del Ejecutivo nipón.
“Sin embargo, se ve también que la reducción del número de casos está estancado en algunas zonas. Además, (los expertos) indican que hay posibilidad de rebrote”, detalló Suga sobre la decisión de mantener por el momento ciertas medidas restrictivas.
Las prefecturas que se verán afectadas por las limitaciones son Tokio, Kioto, Osaka, Aichi, Hyogo, Fukuoka y Hokkaido.
Las autoridades pedirán a los bares y restaurantes de estos territorios que cierren a las 20:00 y que no sirvan bebidas alcohólicas después de las 19:00, una actividad que estaba restringida en las zonas afectadas por la alerta máxima.
La decisión se produce en un momento de tendencia a la baja de los casos de coronavirus y la aceleración del ritmo de vacunación en el país, aunque se mantiene cierto temor a un repunte antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, prevista el 23 de julio, por el aumento del movimiento de la gente y la propagación de nuevas cepas más contagiosas.
El Gobierno también ha anunciado que tiene previsto limitar a 10.000 el máximo de espectadores en estadios deportivos, sea cual sea el estado de la pandemia, una medida que estará en vigor en julio y agosto, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos.
Los organizadores todavía no han decidido si permitirán la entrada de público, y en qué medida, en las sedes de las competiciones, pero en caso de permitirse el acceso, tendrán que ajustarse a las directrices gubernamentales.