Julieta nos falta a todos: Berabevú se unió para pedir justicia por el brutal femicidio
Cientos de personas marcharon este domingo por la tarde en la localidad santafesina de Berabevú (departamento Caseros), para reclamar justicia por el femicidio de la joven Julieta Abigail Del Pino de 19 años. Sus amigas y familiares fueron quienes realizaron la convocatoria, que también se replicó a lo largo y ancho de la provincia e incluso en las redes sociales.
Todo comenzó pasadas las 14 horas y tuvo epicentro en la Plaza San Martín. Desde distintos puntos de la localidad, familias, parejas y grupos de jóvenes colmaron el espacio para luego marchar por los alrededores al grito de “justicia por Julieta” y “Ni una menos”. Simbólicamente para terminar, los cientos de personas presentes rodearon a los padres y hermanos de la chica asesinada, para mostrar su total apoyo y fuerte repudio al brutal crimen.
“Nunca pensé que el pueblo se uniera así. Se los agradezco de corazón. No me abandonen, ayúdenme a seguir pidiendo justicia”, fueron las palabras de Fabiana Morón, la mamá de la joven. “Mi Julieta puede ser cualquier Julieta de ustedes. Todos tenemos hijas. Todas son libres o lo eran en nuestro pueblo. Todos confiábamos en todos. Todos éramos amigos y sabemos que ahora no es así. Que cualquiera nos puede arrebatar en tres cuadras a nuestras hijas”, aseguró.
Claramente emocionada, pidió que este caso sea el “primero y el último” y que eduquen a los varones: “Las mujeres no son un objeto, paremos un poco con todo esto. No se olviden de Julieta. De mi Juli como yo le decía. Cuiden a sus hijas. No podemos confiar en más nadie”, remarcó.
Mientras, este domingo comenzó a cobrar fuerza la hipótesis de posibles cómplices en la vecina comunidad de Gödeken. Por eso, Morón insistió en que se haga justicia: “Si hay más cómplices que aparezcan. Y no se olviden de Julieta. Me toco ser la primera. La ‘Ni una menos’ que ella tanto pregonaba cuando pasaba en Buenos Aires y lo veíamos tan lejos. Era un amor, un sol, mi compañera”.
La fiscal que investiga el hecho, Susana Pepino, emitió un comunicado donde remarcó que la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) de Melincué, debe disponer día y hora para la realización de la correspondiente audiencia imputativa con el principal acusado del femicidio, la cual sería fijada para el lunes 27 de julio o para el martes en horario a definir. Por otra parte, en la madrugada de este domingo, el cuerpo de Julieta fue trasladado a la morgue de Venado Tuerto, donde se realizará la autopsia.
Hijo sano del patriarcado
El viernes cerca de la medianoche, Julieta salió del kiosco donde trabajaba. Le mandó un mensaje a su mamá avisándole que la esperara para cenar, se subió a la bici, bordeo la plaza principal, hizo dos cuadras, cruzó las vías, el pasaje “José María Gagliano” y al llegar a la esquina del Club Deportivo, desapareció. Estaba a un par de cuadras de su casa. De la vida misma.
Su cuerpo –encontrado a poco menos de 24 horas de su desaparición-, fue enterrado en el patio de la casa del femicida, en calle Güemes 354. Tenía un botellazo en la cabeza y 5 puñaladas. Además, estaba cubierto con cal y tapado con un tanque de agua vacío. Según consta en el informe policial, Cristian R., alias “Chorizo”, acosaba a Julieta desde antes.
Personas vinculadas a la causa, afirman que la Comisaría de Berabevú habría recibido en reiteradas oportunidades, diferentes denuncias contra el principal sospechoso del crimen. Eran por amenazas y hostigamiento, pero no solo contra Julieta sino también a varias jóvenes de la localidad.
Otros de los datos que pudo recoger este medio en Berabevú, es que el sábado, mientras comenzaban los rastrillajes en la zona en busca de Julieta, su presunto asesino seguía su vida “normal”. Incluso se dirigió a trabajar en una obra en construcción junto al hermano de la joven que había asesinado unas horas antes.
Vale señalar que en la madrugada del domingo, las redes sociales daban cuenta que el presunto femicida habría sido trasladado a la Comisaría de Chañar Ladeado, localidad ubicada a 18 kilómetros de Berabevú. Al enterarse, las personas de ese pueblo decidieron presentarse en sede policial para pedir justicia y manifestarse en contra del asesino.
De hecho, un video al que pudo acceder El Litoral, da cuenta de una persona uniformada que rápidamente aborda un móvil policial ante el grito de varios vecinos. Se presume, que sería Cristian R., que tuvo que “camuflarse” para poder retirarse del lugar.