La Armada admitió que la búsqueda del submarino está en “etapa crítica”
Reconoció que la preocupación va in crescendo y que está en riesgo la capacidad para renovar el oxígeno; ayer fue el primer día con todas las unidades en la zona; por la noche circuló la versión de un hallazgo, que no fue confirmada
La preocupación va in crescendo y el operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan ingresa ya en una “etapa crítica”, tal como lo definió la Armada. Lo confirmó anoche el vocero de la fuerza, el capitán Enrique Balbi, próximo a cumplirse una semana del último contacto de radio y en medio de un creciente pesimismo sobre el operativo de rastrillaje en aguas del Atlántico Sur.
“Estamos en el sexto día y cada vez entramos en una etapa más crítica”, dijo ayer Balbi, al reconocer las dificultades para que el submarino pueda renovar su oxígeno si estuviera -como se cree- en inmersión.
Anoche a última hora circuló una versión, que incluso llegó al Gobierno, de que un objeto había sido hallado a 300 kilómetros de la costa a la altura de Puerto Madryn, y a 70 metros de profundidad. Sin embargo, ni las fuentes de la Casa Rosada ni de la Armada confirmaron si se trataba del submarino perdido.
El submarino es buscado principalmente en una superficie de 1000 por 500 kilómetros en el mar, y se agiganta la angustia de familiares que en la Base Naval de Mar del Plata aguardan novedades de los 44 tripulantes que están a bordo del buque. Se extiende así el clima de pesimismo, en medio de una operación combinada sin precedente, con nueve países involucrados, 4000 personas en acción, 31 buques, 16 aviones y la más sofisticada tecnología internacional para el rescate.
Los rostros de muchos marinos, algunos con lágrimas cuando dejaban la unidad militar marplatense, delataban el difícil extremo que empieza a transitar esta historia.
El propio Mauricio Macri se reunió ayer en el edificio Libertad, sede de la Armada, con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y los jefes de las Fuerzas Armadas, a quienes les pidió explicaciones. “Dijo que usemos todos los medios posibles para localizar al submarino San Juan”, insistió Balbi.
La Armada descartó ayer algunos indicios que se presumían alentadores, como el hallazgo de una balsa salvavidas y dos estelas de bengalas blancas advertidas por un avión estadounidense. Se pudo confirmar que la primera no correspondía con equipamiento del submarino buscado -tampoco se notificó de otro naufragio en zona- y las señales lumínicas no pudieron ser relacionadas con esta embarcación ni con otras que pudieran estar operando en inmediaciones. Por la noche surgió la versión de que un avión estadounidense detectó una masa de calor en profundidad, pero al cierre no había precisiones.
A pesar de todo, María Morales, madre del tripulante Luis García, daba ayer otra muestra de entereza y esperanza. “Miro el mar y digo que ya viene, que mi hijo está en camino”, dijo. “Aquí estamos todos juntos, unidos, dándonos fuerzas unos a otros, esperando”, aseguró a LA NACION Luisa Rodríguez, que vino desde San Juan con la fe y certeza de que pronto se reencontrará con su hijo, el suboficial Ricardo Gabriel Alfaro Rodríguez, que entre sus funciones a bordo tiene asignada la cocina.
Las mejoría de las condiciones climáticas fue la novedad más optimista de las últimas horas. Además, se sumó a las operaciones el más moderno equipo de búsqueda y rescate subacuático, que llegó desde Estados Unidos y ayer partió -repartido en dos buques por su volumen y dimensiones- a la zona de operaciones. Entre esta noche y mañana estará en el foco del rastrillaje. El capitán Galeazzi destacó que ayer disminuyeron los vientos en la amplia zona de patrullaje y calmó el oleaje, que pasó de picos de seis metros a casi la mitad.
Balbi precisó que a la corbeta ARA Espora se le asignó como misión especial un “trabajo silencioso” en torno a la última ubicación que dio el comandante del submarino el pasado miércoles, cuando estableció la última de las comunicaciones programadas con la base en tierra. Informó además que fotos satelitales aportadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales serán analizadas por expertos del Ejército en otro paso más por relevar la zona con mayor precisión. Tienen la presunción de que el destino final del submarino pueda haber sido en inmediaciones de la última posición comunicada.
Contenidos por un equipo multidisciplinario y sacerdotes, los familiares sobrellevan la espera en la Base Naval de Mar del Plata. Al apoyo se suman otros marinos, en actividad y retirados. Varios de ellos, también submarinistas que aportan conocimientos y voces de confianza para entender los pasos que está dando el operativo y resaltar el profesionalismo de esos 44 tripulantes que zarparon hace más de diez días desde Ushuaia.
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