“La autopsia no explica por qué murió Fernando Báez Sosa”, dijo uno de los peritos de la defensa
En el tercer aniversario del crimen, los ocho acusados de matar a Fernando Báez Sosa llegaron a los tribunales de Dolores para la última audiencia de testigos en el juicio en su contra, trasladados por el Servicio Penitenciario Bonaerense desde la cárcel de la zona.
Emilia Pertossi, abogada de la defensa, llegó junto a María Paula Cinalli, madre de Blas. Poco después, llegaron los fiscales acusadores Juan Dávila y Gustavo García, con los padres de Fernando, Silvino y Graciela. Los acompañan Oscar Rossi, padre de Julieta, quien fue novia de Fernando, testigo en el juicio, y los hermanos de Graciela que llegaron desde Paraguay.
Los padres de los acusados también se hicieron presentes. Están Sergio, padre de Ayrton Viollaz y los padres de Matías Benicelli: Héctor Eduardo Benicelli y Mónica Ester Zarate. También, los padres de Ciro y Luciano Pertossi, Mauro Pertossi y María Elena Cinalli
Así, tras doce audiencias, este miércoles culmina la etapa de presentación de prueba del debate oral. Se esperan las declaraciones de los médicos forenses Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos de parte de la defensa. También existe la posibilidad de que declare alguno de los imputados, como ya hicieron tres de ellos.
Se cumplen tres años del crimen de Fernando Báez Sosa: habrá una ceremonia interreligiosa en Dolores
Silvino y Graciela, los padres de Fernando Báez Sosa, convocaron a un acto a las 20 en el Anfiteatro Libres del Sur de Dolores. El evento, declarado de interés municipal, contará con una oración interreligiosa, una colecta solidaria y la llegada de amigos y más familiares de Fernando. Además, se proyectará un video.
Por su parte, vecinos de Recoleta convocaron a su propio acto a las 19 en Avenida Pueyrredón y Peña, en la esquina de la casa de Fernando.
Los peritos de parte de los rugbiers analizaron la autopsia al cuerpo de Fernando. Los médicos forenses Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos de parte de la defensa declararon en conjunto. Velich contó que es especialista en medicina legal por la UNLP y médico emergentólogo por la Sociedad Argentina de Emergencias. En tanto, Juan José Fenoglio dijo que es médico hace 42 años, especialista en Medicina Legal, en anatomía patológica y diplomado en ciencias forenses.
Por su parte, Tomei avisó que se exhibirían imágenes de la autopsia, por lo que los padres de Fernando se retiraron de la sala.
El médico emergentólogo Velich comenzó diciendo: “Fernando Báez Sosa tuvo una muerte traumática, una muerte de causa violenta. También tuvo una sucesión de lesiones que, para los que hacemos emergentología, suelen ser una pesadilla porque se suceden lesiones se inicia en un traumatismo craneano. ¿Cómo contrarrestamos la pesadilla? Ubicándonos en el lugar examinando la escena y preguntando qué pasa”, aseguró.
“Fernando Báez Sosa inicia su cuadro hacia la muerte por golpes en el cráneo, de determinadas intensidades, que no quedaron claros en la autopsia. La autopsia es fundamental e irrepetible. Es una prueba pericial irrepetible por más que -en un supuesto- quisiéramos hacer una autopsia una semana después, no es la misma autopsia. Los peritos nos manifestamos por nuestros escritos. El escrito de la autopsia causa vergüenza ajena”.
“No fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa, pero agravó la situación. ¿Por qué? Por la movilización”, siguió Velich.
El fiscal García luego preguntó: “¿En qué se basaron para realizar el informe?”
Velich respondió: “Los peritos nos manifestamos por nuestros escritos”
García siguió: “Usted manifestó que le daba vergüenza ajena. ¿Puede haber sucedido que la autopsia se realizó de forma correcta y el informe no refleja eso?”
Velich: “Sí, puede estar bien hecha y mal informada”.
Luego de la exposición de Jorge Rodolfo Velich, el médico forense Juan José Fenoglio proyectó una filmina de la autopsia en la que señaló el rostro de la víctima: “Esta lesión describimos en el informe como ‘lesión figurada’ porque calcan la forma del elemento que la produjo. Hay que tener en cuenta que si se calca la marca, como se ve acá, son capilares superficiales que se han roto porque, sino tendríamos equimosis”, aseguró.
Entonces, Hugo Tomei preguntó: “¿Cómo definiría esta lesión?”
A los que Fenoglio respondió: “La defino como un lesión leve. Para investigar la fuerza de esta lesión, si uno se toca la mejilla, hace un repliegue sobre el borde del maxilar. Por lo tanto, es muy común que en una lesión como esta, del lado interno de la boca, queden marcados los dientes. No se investigó o, por lo menos dicen, no hay. Con lo cual nos puede dar una orientación sobre la fuerza”.
Hugo Tomei siguió: “¿Eso quiere decir que se puede determinar la intensidad de un golpe?”
Fenoglio: “A grosso modo sí. Uno puede tener datos. Una trompada en el maxilar lo primero que hace es fracturar el maxilar. En este caso no se investigó”.
El foco del análisis de Juan José Fenoglio es la autopsia realizada por el forense Diego Duarte.
“Por lo que trabajamos lo primero que nos tocó resolver es que en los casos de traumatismos de cráneo en accidentes, o estas circunstancias, la muerte es lo más raro que se produzca en el lugar del hecho. Generalmente, los pacientes llegan al hospital. Entonces nos preguntamos por qué se produjo en el lugar del hecho un paro cardíaco que generó la muerte de la víctima”.
“El cráneo es una cavidad cerrada y protege bien al cerebro. Por más que este deje de funcionar el corazón sigue funcionando autónomamente porque no depende de la conducción cerebral. Si esta se cortara cambia la frecuencia cardíaca, pero no se llega al paro. Esta es la base fundamental de los trasplantes”.
Además, Fenoglio dijo “No nos coincidían algunas cosas. Por ejemplo cuando leemos el informe, las consideraciones, se habla siempre de traumatismo de cráneo y también de que tenía un traumatismo de abdomen y de tórax, que está informado en un cuadro que se denomina hemotórax, pero no se informa el origen. Para eso tiene que haber una lesión que no está descrita en la autopsia”.
“El cerebro no termina además dentro del cráneo, sino que se prolonga hacia la columna cervical: la protuberancia y el bulbo raquídeo. Son importantes porque ahi está el centro respiratorio. una lesión ahí puede causar la muerte ¿Por qué mecanismo? Porque el cuerpo no tiene oxígeno entonces ahí si se puede producir el paro. En la autopsia se manifiesta que no hay lesiones cervicales”, continúa.
Asegura que en la autopsia se hace referencia a un traumatismo de abdomen, pero que no hay descripción del mismo. “Para lesionar el hígado y que haya sangre en el abdomen, si bien puede existir en algunas circunstancias lesiones internas sin que haya lesiones en la piel, debería haber en los músculos y en algunos otros órganos que no están expuestos. Esto nos obligó a estudiar otro tipo de lesiones que podrían ocurrir en el hígado y que no están expuestas. Esa lesión (el traumatismo de abdomen) podría ser producto de un aplastamiento del hígado que es una consecuencia de la resucitación cardiopulmonar, del RCP”.
“Es el cadáver de una persona que tuvo 60 segundos de golpes y más de 40 a 45 minutos de RCP. El RCP produce lesiones y hay que diferenciarlas. Las lesiones que le causaron la muerte son las de los 60 segundos. En el resto del tiempo aparecen otras que se deben investigar”, afirma.
“La autopsia no explica por qué murió Fernando Báez Sosa”, sintetizó.
Es, hasta ahora, el planteo más fuerte realizado por la defensa en todo el proceso para controvertir el expediente.