La ciudad participa en una campaña de Naciones Unidas
La ciudad de Lima fue sede del lanzamiento de la Campaña Mundial de la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la reducción de desastres, llamada “Ciudades Resilientes: mi ciudad se está preparando”, y el Gobierno de la ciudad fue el único municipio de la Argentina invitado a participar.
Hasta allí viajó Eduardo Aguirre Madariaga, director de Gestión de Riesgo, para transmitir la experiencia de nuestra ciudad en el tema, intercambiar información con otras localidades y adherirse formalmente a la Campaña, que busca fortalecer los gobiernos locales y el cumplimento de 10 puntos esenciales para lograr ciudades resilientes.
En ese marco, Santa Fe compartió un panel sobre “Experiencia de Resiliencia en las ciudades”, con los municipios de San José de Costa Rica (Costa Rica) y Lima (Perú).
“Hay que destacar la importancia del hecho de haber sido invitados porque es crucial el intercambio de experiencias con otras ciudades. Es muy importante que hayan puesto la mirada sobre Santa Fe y la hayan invitado, ya que fue la única municipalidad de la República Argentina invitada”, destacó el funcionario.
Diferencias y similitudes
Según Aguirre Madariaga, “el caso de Santa Fe fue muy bien visto y hubo varias consultas y comentarios sobre el tema”.
Luego de que el director de Gestión de Riesgo expusiera la esencia del plan integral incorporado como política de estado por la actual gestión, pudo responder algunas consultas e inquietudes.
El caso santafesino llamó la atención de las otras ciudades participantes por varios aspectos que, según Madariaga, pueden resumirse en tres: contar con una política de gestión de riesgo transversal a todas las secretarías municipales, pero que depende directamente del Intendente; la incorporación y participación activa de instituciones civiles; y el desarrollo del tema en las aulas, educando a las futuras generaciones “para que sepan en qué territorio viven y a qué riesgos están expuestos”, detalló.
Cabe destacar también que los escenarios planteados en el encuentro eran de muy diferentes índoles, ya que se encontraban presentes, por ejemplo, los alcaldes de Puerto Príncipe (Haití) y Concepción (Chile), ciudades que se encuentran en pleno proceso de reconstrucción luego de los fuertes sismos que las afectaron. Sin embargo, entre todas las ciudades, el intercambio fue muy fructífero.
Mejor preparados
Durante su exposición, Aguirre Madariaga sintetizó las principales acciones desarrolladas desde el inicio de la gestión Barletta en el marco de la Gestión de Riesgo. “Desarrollé las líneas generales sobre las que trabajamos, que en definitiva es el trabajo de todo el Municipio, ya que la gestión del riesgo es transversal a todas las secretarías. Fue muy bien vista la experiencia de Santa Fe y pensamos seguir trabajando de la misma manera”, evaluó el funcionario.
Partiendo desde la creación de la Dirección de Gestión de Riesgos y la capacitación a los funcionarios para tener una visión compartida sobre el tema en todas las secretarías, Aguirre Madariaga procedió a detallar las acciones encaradas, como el trabajo con las Organizaciones No Gubernamentales y otras instituciones, así como también los sistemas de alerta temprana, el abordaje participativo de los planes de contingencia, los cursos a docentes y periodistas, los convenios con instituciones en el marco de “Santa Fe Solidaria”, y los acuerdos con distintas asociaciones para que funcionen como refugio temporal en caso de emergencias y así desafectar a las escuelas de este rol.
Finalmente, se refirió a la planificación urbana para reducir riesgos, “de la que Santa Fe carecía, pero el Plan Urbano Santa Fe Ciudad, incorpora”.
Ciudades seguras
De acuerdo a las palabras del director de Riegos del Municipio, la Campaña Mundial de la Estrategia Internacional de la Naciones Unidas para la Reducción de Desastres, “consiste en trabajar sobre diez aspectos esenciales hacia la búsqueda de ciudades más seguras y sustentables ante el impacto de un evento natural”.
La campaña tuvo dos lanzamientos: uno para Europa, en Alemania, y otro para las Américas, en Lima, donde participó nuestra ciudad.
“Adherirnos significa cumplir esos diez pasos esenciales y ser parte de una estrategia que busca fortalecer los gobiernos locales, porque siempre se trabajaba o por país o por plataformas regionales, pero muy pocas veces los programas llegaban al gobierno local”, sintetizó Aguirre Madariaga, y agregó: “Esto implica asistencia, información y difusión de lo que hace cada uno y armar encuentros regionales para compartir experiencias, además de ser monitoreados por Naciones Unidas para el cumplimientos de esos puntos”.
En una ajustada síntesis, esos puntos implican establecer la organización y la coordinación necesarias para comprender y reducir el riesgo de desastre dentro de los gobiernos locales, con base en la participación de los grupos de ciudadanos y de la sociedad civil; asignar un presupuesto para la reducción del riesgo de desastres y ofrecer incentivos a los propietarios de viviendas, las familias de bajos ingresos, las comunidades, los negocios y el sector público para que inviertan en la reducción de los riesgos que enfrentan; mantener información actualizada sobre las amenazas y las vulnerabilidades; invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo; evaluar la seguridad de todas las escuelas y los planteles de salud; aplicar y hacer cumplir reglamentos de construcción y principios para la planificación del uso del suelo que sean realistas y que cumplan con los aspectos relativos al riesgo; velar por el establecimiento de programas educativos y de capacitación sobre la reducción del riesgo de desastres; proteger ecosistemas y las zonas naturales de amortiguamiento para mitigar las inundaciones, las marejadas ciclónicas y otras amenazas; instalar sistemas de alerta temprana; y velar por las necesidades de los sobrevivientes luego de un desastre.
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