La economía comenzó su recuperación en mayo con la flexibilización del aislamiento
El informe presentó como indicadores del aumento de la actividad durante comienzos de mayo que “durante las dos primeras semanas de la cuarentena el 43,1% de los asalariados formales del sector privado estuvo potencialmente habilitado para circular”, mayormente los que trabajan en la producción de alimentos, medicamentos y energía, el transporte de bienes esenciales y servicios tales como telecomunicaciones y salud.
“Con el correr de las semanas, nuevas actividades fueron incorporándose a las exceptuadas de la cuarentena, de modo que actualmente el 66,4% del empleo privado formal se encuentra potencialmente habilitado para trabajar en las empresas”, destacó el informe.
El CEP también explicó que esa cifra del 66,4% “es decididamente menor (52%) en el Área Metropolitana de Buenos Aires, que aún se encuentra en la fase 3 de la cuarentena, y mucho mayor en provincias como Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Salta, San Juan y Tucumán, en donde supera el 80%”.
Además, durante la última semana, varias empresas automotrices han comenzado una recuperación de sus actividades, lo que también alienta a otras empresas del sector autopartista y de servicios, destacaron los analistas del CEP.
“En el camino hacia la normalización económica”, destacó el documento, se observan otros indicadores como por ejemplo, “el incremento de la demanda de energía eléctrica en la industria”.
“De acuerdo a Cammesa, la demanda energética de las grandes firmas productoras de materiales para la construcción cayó 93,7% en la semana posterior al 20 de marzo. Hoy esa caída, comparada contra la semana previa a la cuarentena, es del -34,9%”, detalló el informe del CEP.
Un dato relevante es que un tercio de los asalariados formales privados exceptuados de la cuarentena son mujeres y dos tercios son varones.
“Este porcentaje es el mismo que en situaciones de normalidad, lo cual indica que en el aislamiento se mantuvieron las desigualdades en la inserción laboral. Ello se debe a que el sector de salud – altamente feminizado- compensó en parte a actividades esenciales de alta masculinización -como el complejo agroalimentario y el energético- que tienen mayor peso en el empleo”, agregó.
Para mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tiene previsto informar la caída que registró el nivel actividad económica durante marzo y el acumulado durante el primer trimestre del año.
Hasta febrero, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) acumulaba un retroceso de 2 %, un porcentaje que -en base a las proyecciones- se potenció aún más marzo con la puesta en marcha de las medidas de aislamiento social.
Según el CEP, la economía en su conjunto “mostraba signos de recuperación” durante el primer bimestre del año, menos el sector de la construcción, que incidió hacia la baja tanto el índice de actividad como el de empleo.