La ministra de Familia de Brasil pidió “abstinencia” en vez de educación sexual
La polémica pastora que dirige el Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos de Brasil, Damares Alves, lanzará un proyecto para promover la abstinencia entre los 10 y 18 años con el supuesto objetivo de frenar los embarazos adolescentes antes de los carnavales. La campaña contra la denominada “iniciación sexual no precoz” se enmarca con la agenda moral ultraconservadora que promueve Jair Bolsonaro desde la Presidencia.
«Creen que yo quiero imponer una conducta moral o religiosa (…) nada más lejos de eso, estoy hablando de una cuestión de salud pública, de biología», señaló Alves al explicar la importancia de que los adolescentes tengan más tarde su primera experiencia sexual.
Sin embargo, la misma pastora aclaró en otras oportunidades que estaba trabajando en colaboración estrecha con el equipo responsable de la campaña “Yo escogí esperar”, concebida por pastores evangélicos.
La titular del Ministerio agregó además que si el Estado no toma cartas en el asunto la situación se puede «agravar» y podría derivar en una suerte de «legalización de la pedofilia». Por todo ello es necesario, dijo, que el Estado «tome el comando de la situación; vamos a conversar con los chicos para retardar su iniciación sexual antes de los carnavales».
Lejos de brindar la educación sexual adecuada para los adolescentes, la ministra apunta a una medida prohibitiva. “Los jóvenes pueden ir a una fiesta y divertirse mucho sin tener relaciones sexuales”, indicó.
Alves afirmó que el proyecto se desprende de “una demanda de la familia” que estaba esperando supuestamente una iniciativa de este tipo. “Una niña de 12 años no está lista para ser poseída. Si me demuestras, científicamente, que el canal de la vagina de una niña de 12 años está listo para ser poseído por un hombre todos los días, dejaré de hablar ahora ”, puntualizó para intentar defender su proyecto.
La ministra aprovechó además para reforzar sus ataques contra la comunidad LGBT+ al ratificar que para ella los niños deben vestir de azul y las niñas de rosa, su cuestionada afirmación con la que inició su gestión. «Los pediatras entienden que la neutralidad de género es una agresión a los niños, porque los niños son diferentes de las niñas», señaló.
Alves se erigió desde el comienzo de sus funciones contra lo que entiende como «ideología de género», al igual que el presidente Jair Bolsonaro. Desde el Ministerio, atacó a la comunidad LGBT+ y promovió una agenda de mínima educación sexual entre los brasileños.