“La oposición tiene que cumplir su rol de controlar al Ejecutivo”
Es diputada nacional, Lucila Lehmann, por Santa Fe de la Coalición Cívica planteó reservas y temores frente a los superpoderes del jefe de Gabinete y otras acciones del gobierno “que está utilizando la pandemia para manejar autoritariamente al país”. Abusos, instituciones semi paralizadas, la nueva guerra contra el campo y el riesgo de una “pandemia del hambre”.
-¿Qué evaluación hacés de la manera en que está trabajando el Congreso?
-Bueno, la verdad es que haber pasado de tenerlo totalmente cerrado a una instancia en la que se pueden hacer sesiones de manera mixta, entre virtuales y presenciales, es un paso; aunque no es algo que nos conforme, ni mucho menos. Vamos a seguir insistiendo en que para nosotros lo mejor es que el Congreso funcione de manera presencial, como tendría que haberlo hecho siempre, y más en época de pandemia, cuando debería estar trabajando el doble. Y así como los policías, los enfermeros, los médicos están trabajando presencialmente, nosotros como funcionarios públicos también deberíamos estar haciéndolo de manera presencial, y abordando cuestiones mucho más profundas que las que estamos tratando, para dar soluciones a la situación que está atravesando el país.
– ¿Se dificulta el tratamiento de los temas en estas condiciones?
– Sí, porque es muy difícil mantener en la virtualidad un debate que carece de una serie de características necesarias. Por empezar, la conectividad, que por más que funciona bastante bien, no está garantizada en un ciento por ciento. En segundo lugar, la virtualidad no permite ver el otro a la cara, ver el lenguaje corporal, expresarse con mayor soltura, mantener simultáneamente un diálogo con los demás integrantes de la cámara…. Además, hay una gran diferencia entre quienes están dentro del recinto y quienes están fuera: la presencia en el recinto da un peso diferente que estar en modo remoto. Y así es muy difícil tratar temas institucionales de fondo, que requieren un debate profundo, que no pueden ser llevados adelante con este mecanismo.
Nosotros hemos propuesto reuniones presenciales en otros lugares. Por ejemplo, estaba a disposición el teatro Colón, la Usina de las Artes, que son espacios muy amplios, donde nos podíamos reunir todos los diputados manteniendo la distancia de seguridad. O sea que posibilidades hay. Lo que pasa es que no se llegó a un acuerdo sobre eso, y entonces es preferible ésto a que el Congreso siga cerrado, y así poder presentar proyectos que se puedan ir trabajando.
– Uno de los temas que debió considerarse de esta manera es la atribución de facultades especiales al jefe de Gabinete, que Juntos por el Cambio criticó.
– Es totalmente criticable. Hoy estamos frente a un gobierno que está utilizando la pandemia para manejar autoritariamente al país. Hay un bloqueo de las instituciones que llega también a la Justicia, que parece que solamente funciona para liberar políticos presos por corrupción. El Congreso funciona de manera parcial, y el Ejecutivo no puede estar funcionando a través de DNU. No es necesario y no hay un porqué.
La semana pasada tuvimos un intento de sesión, donde desde el bloque de Juntos por el Cambio pedimos la derogación del DNU que otorga facultades especiales al jefe de Gabinete, y se cayó por falta de quórum. Y esto es importante, porque no estuvo presente en la sesión gran parte de la oposición, que fue elegida para ser oposición y lamentablemente no ejerce. Y en esto dejo aparte a Graciela Caamaño, a José Luis Ramón, a los santafesinos Luis Contigiani y Enrique Estévez, que estuvieron presentes. Pero el resto de la oposición brilló por su ausencia, y con eso están habilitando los atropellos autoritarios de este gobierno, que en este caso particular pretende manejar el presupuesto usando facultades que son del Poder Legislativo.
Esto es gravísimo, no podemos ser flexibles cuando se avanza sobre la república y las instituciones, y dejar de cumplir el rol para el que se nos votó, que es el de poner freno a eso. Porque también hay otros excesos: sobreprecios que se han estado pagando, una gran cantidad de empleados que han tomado en muchos ministerios, entre ellos familiares y militantes, incrementando el gasto. Sobre esto hicimos denuncias penales, como así también por despidos por motivos ideológicos, y propiciamos una comisión de seguimiento de las compras directas.
También nos alarmó la decisión sobre una presunta salida del Mercosur. Después hubo marcha atrás, pero aún estamos esperando explicaciones sobre qué va a pasar, porque para nosotros estar en el Mercosur es indispensable, para desarrollar el acuerdo con la Unión Europea.
El enemigo necesario
-Vos mencionabas la Justicia paralizada, y justamente se está esperando que el Ejecutivo remita el proyecto de reforma del Poder Judicial.
– A mi me da terror la reforma de la Justicia, y mucho más en este contexto, en que no se podría ni trabajar en comisiones un proyecto de este tipo, menos en un recinto. Pero una cosa es que se hable de algo que es necesario desde hace mucho tiempo, como ampliar los jueces de Comodoro Py, ya que hoy tenemos el poder del control del gobierno concentrado en un puñado de jueces y vemos que no se logran los objetivos necesarios. Ahora, meterse con el número de jueces de la Corte Suprema, como lo hizo Carlos Menem en su momento, ampliando el número y logrando una mayoría instantánea, que avale todo lo que disponga el Ejecutivo, es algo gravísimo. Y no son acciones aisladas. Hay una gran parte de este gobierno que es kirchnerismo duro, y tiene ideologías chavistas, tiene idea de llevar a este país a lo que es Venezuela. Una vez, hablando con Mariana Corina Machado, que es dirigente opositora y ex diputada en Venezuela, nos dijo “Ojo cuando toquen la Justicia”. Lo que pasó en Venezuela fue que cuando pasó eso se tomó el control absoluto y totalitario del país.
El hecho de que se hable de ésto, sumado a que se viene controlando bastante a los medios, se tiene parcialmente bloqueado al Congreso, tenernos a todos encerrados y con miedo mientras se avanza en la liberación de presos, son avasallamientos institucionales de un gobierno que tiene un tinte autoritario. No sé Alberto, yo a Alberto lo veo solo, muy solo. Pero sí veo una Cámpora y un sector de kircherismo muy duro que está tomando el control del gobierno, y eso me genera una gran preocupación. Por eso nosotros como oposición tenemos la responsabilidad, si bien exigimos que se respeten las instituciones, de exigir que Alberto siga gobernando como el voto popular lo dispuso, pero que respeten la república.
– Esto es algo acuciante en la coyuntura, pero va a ser crucial en la salida de la pandemia, cuando haya que ir a la normalización del país…
-Va a ser muy importante. Otra de las cuestiones que me preocupa es que hay un gran enojo de la sociedad con respecto a la política, que es entendible, porque lo que nos llevó a lo que estamos padeciendo en este momento, es realmente una política que no hizo lo que tenía que hacer. Pero también hay un mensaje anti-política que, atado a lo que decíamos recién, es peligroso. Porque para la instalación de los autoritarismos, es necesario que la gente esté enojada, dividida, que quiera que se vayan todos. Esto es algo que viene pasando, y también se está viendo una división.
Me preocupa mucho que este gobierno -como otros de la región- busca siempre un enemigo. Ellos necesitan la grieta para poder avanzar en sus planes. Y hoy uno de esos enemigos es el campo. Estamos hablando de un sector que representa un 70 u 80 % de nuestra provincia y también del país, y viendo atropellos, quema de campos, rotura de silobolsas. Y todo esto viene a partir de una sucesión de acciones del gobierno, que mete la semilla del resentimiento contra el campo: lo empieza con declaraciones de Bonafini y Cabandié, sigue el BCRA diciendo que el sector no accede a tasas subsidiadas porque no liquida el 95 % de sus cosechas, salen con la Junta Nacional de Granos. Todo para llevar a la sociedad a pensar que el campo es el avaro, el que amarroca y el que está en contra.Esto es muy preocupante, porque la mejor forma de empobrecer al país y de controlarlo es a través de subsidios y quiebre de empresas. El que ha sacado adelante al país en otras situaciones ha sido el campo, pero hay silencio del Ejecutivo frente a estos actos de vandalismo. Nosotros a través de un proyecto de comunicación lo exhortamos a que tome cartas en el asunto, y que garantice la seguridad de la producción, y también de los ciudadanos que trabajan en los campos.
La provincia
-¿Cómo ves la situación de la provincia y la actuación del gobierno santafesino?
– Me preocupa mucho, si bien las medidas de seguridad sanitaria son necesarias y correctas, que se produzca la pandemia del hambre. Hay un montón de pymes, de comercios, que se están fundiendo, cerrando sus puertas, porque no pueden producir. El gobierno provincial está tomando al pie de la letra lo que hace la Nación, tal vez en exceso, y falta mayor racionalidad en las medidas. Creo que hay que flexibilizar, con responsabilidad, con las precauciones del caso. Porque si no, la pandemia del hambre va a ser incontrolable.
Y con respecto a la acción del gobierno, me preocupa la inseguridad. No hay un plan. Hemos reclamado al ministro por eso, porque los hechos de violencia se suceden. Por otra parte, tenemos más de 4 mil casos de dengue en la provincia, hemos hecho pedidos de informes que no nos han contestado sobre las medidas en curso.
Carrió
– Sos muy cercana a Elisa Carrió, la fundadora de la Coalición Cívica y artífice de la coalición Cambiemos, que hoy dio un paso al costado. ¿Va a retornar a la actividad política?
– Desde que renunció a su banca está en su casa de Exaltación de la Cruz, cuidando de su salud, se comunica telefónicamente. Está afuera del plano político, ha tomado esa decisión, pero no creo que esto dure, y creo que después de la pandemia la vamos a tener de nuevo con actuación pública. Y la vamos a tener seguro aquí en Santa Fe, porque es la promesa que me hizo. Pero hoy la prioridad es cuidar de su salud, porque además ella tuvo mucha exposición. Mientras tanto, ha dejado un bloque de 14 diputados, que esperamos estar a la altura de su legado.
“Hay un gran enojo de la sociedad con respecto a la política, que es entendible. Pero también hay un mensaje anti-política, que es peligroso. Porque para la instalación de los autoritarismos, es necesario que la gente esté enojada, dividida, que quiera que se vayan todos”.