En momentos de crisis
La pareja puede conectarse de diferentes maneras: ¿no tener sexo puede salvar la relación?
Comprender y aprender a gestionar las presiones reales o percibidas en las relaciones sexuales puede abrir nuevas oportunidades para explorar el amor entre dos personas.
Las parejas pasan por diferentes situaciones desde que se inicia la relación y ya cuando ambos integrantes pasaron varios años juntos puede suceder que las relaciones sexuales no sean habituales y, en algunos casos, que no haya contacto sexual. Las razones de esto pueden ser muy diversas y tener diferentes consecuencias.
A veces, este hecho puede provocar el final de una pareja, pero también puede reforzar la relación en las que deciden continuar y hay una gran variedad de razones. Normalmente el hecho de no tener relaciones sexuales suele aceptarse como algo negativo para la relación y, ciertamente, no es lo ideal, pero, según explicó la terapeuta sexual Diane Gleim, tiene el potencial de abrir nuevos puentes entre la pareja.
No obstante, antes hay que librarse de algunas ideas preconcebidas y la doctora recordó que en su consulta varias parejas le recordaron alguna vez una frase que ella utiliza muy a menudo: “Una erección no es una llamada a la acción”.
Según Gleim, el proceso en el que una pareja deja de tener sexo es gradual y, en algún momento, uno de los miembros de la misma deja de iniciar cualquier tipo de contacto porque asume que llevará al otro compañero a excitarse sexualmente y después a solicitar sexo, lo que se convierte en un problema. Estos pensamientos y sentimientos tienen implicaciones negativas en la relación.
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Cómo debe ser la terapia de pareja
La especialista dijo que la terapia de pareja dirigida a intentar arreglar ese problema debería ir dirigida a salir de este punto de bloqueo, pero, según la doctora, a menudo hay una dinámica más profunda en juego que implica estereotipos y expectativas sexuales de género impuestas por la sociedad.
Según la doctora, cuando los miembros de una pareja consiguen no solo comprender, sino también gestionar bien estas ideas preconcebidas sobre el sexo, toda esa presión, ya sea real o percibida, o la sensación de coerción, se desvanece rápidamente.
Además, señaló que eso hace que se abran nuevas posibilidades para el entendimiento entre los dos, posibilidades que quizás ninguno haya pensado antes. Es en ese momento cuando la pareja puede utilizar diferentes estrategias para explorar diferentes formas de conectar, de su disfrutar de su cercanía, del contacto y, tal vez, tener sexo también.