La Selección Argentina enfrenta a Australia en el inicio de su gira por Asia
Atrás quedaron los festejos por el título en Qatar 2022 que incluyeron los amistosos ante Panamá y Curazao. En Beijing, para Scaloni y el plantel, empieza el camino hacia el Mundial 2026.
En los primeros meses del año la sonrisa de Lionel Scaloni era lo que comunicaba. Todo era alegría. Se notó en los amistosos con mucho de festival ante Panamá en el Monumental y contra Curazao en Santiago del Estero. Pero el tiempo de los festejos ya es parte del pasado. Ahora mira con firmeza Scaloni, profundiza cada vez que elabora una respuesta, no ríe demasiado, contagia seriedad y pasión. Dice con los ojos el entrenador campeón del mundo. Está metido, con la energía depositada en el presente y con la mente proyectada en el futuro. La sensación, entonces, es inequívoca: este jueves a las 9:00 (hora argentina) en Beijing comenzará la segunda temporada de la Scaloneta con un amistoso frente a Australia, rival en los octavos de final de Qatar 2022.
La primera temporada de la Scaloneta podría ser la del sueño cumplido. O la de la justicia deportiva. Porque Lionel Messi, tras varios intentos, pudo levantar la Copa del Mundo. Y no hay que confundirse: hubo mucho trabajo detrás de Scaloni y su cuerpo técnico. Se recuerda que lo primero que se hizo fue renovar a la Selección para recién después incluir al mejor del mundo al plantel. También a Di María. Fue todo un acierto.
Ahora estará en la búsqueda del amor después del amor la Selección, tratando de desterrar el mito de que las segundas oportunidades no son buenas. Y no tiene recetas mágicas Scaloni: apelará al trabajo colectivo y a la convicción.
Dos secuencias pintan a la perfección el pensamiento del pujatense de 45 años. La primera sucedió en el hall del hotel en el que se concentra Argentina en la ciudad china. Ahí se lo observó muy molesto al técnico por la posibilidad de que el equipo no se entrene por el desborde de los fanáticos locales. “¿Ustedes vieron las imágenes del aeropuerto? Había 20 mil personas, ¿no las viste? No, no. Hoy no vamos a ningún lado. Mañana vamos al estadio y lleven 20 bicicletas; sino, no entrenamos ningún día. Nos van a matar, boludo. No hay manera”, les dijo el DT a sus ayudantes Roberto Ayala y Walter Samuel. Para Scaloni no hubo espacio para el asombro o para lo risueño: su preocupación fue cómo practicarían sus dirigidos.
La segunda escena ocurrió en la sala de conferencias del estadio de los Trabajadores. “Recuerdos de Qatar nos van a quedar toda la vida. Son imborrables, pero nosotros, el entrenador y el cuerpo técnico, estamos pensando en todo lo que viene porque el fútbol sigue, la Selección sigue y tiene que seguir compitiendo. El recuerdo es la alegría más grande de nuestra vida, pero no estamos pensando diariamente en el campeonato del mundo y eso ayuda a mantener la atención en lo que viene que va a ser muy difícil”, soltó Scaloni para que escuchen todos: los de afuera y los de adentro.
Es cierto que el duelo ante Australia es de un carácter amistoso. Pero para el técnico es importante porque se trata del primer gran paso pensando en el comienzo de las Eliminatorias sudamericanas (en septiembre ante Ecuador en River y frente a Bolivia en La Paz en la primera ventana).
Dos nombres propios pueden servir para resumir la idea de la segunda etapa del equipo: Lionel Messi (35 años) y Alejandro Garnacho (18).
La buena noticia para Scaloni y para los argentinos es que el mejor jugador del mundo continúa con ganas de representar al país aún cuando en su carrera personal decidió bajar un cambio y mudarse a Miami. Al rosarino lo moviliza lucir el 10 en la espalda y ajustarse la cinta de capitán en el brazo izquierdo. Otra cuestión importante es reencontrarse con los compañeros (y amigos) con los que consiguió el título más deseado de su vida. Algo parecido les ocurre a Ángel di María y Nicolás Otamendi, por ejemplo.
Video: gran ovación para Messi y la Selección Argentina en su arribo a Beijing
El otro apellido de peso es el de Garnacho. Inevitablemente Argentina deberá renovarse para no estancarse. Y el extremo asoma como el abanderado de una nueva camada. Jugará contra Australia o ante Indonesia, empezará a mezclarse con Messi y compañía. “La idea es que los chicos puedan sumar minutos, que jueguen y que se sientan cómodos con los demás compañeros”, dijo Scaloni. Y amplió: “Si consideramos que hay jugadores en otro nivel, que pueden aportar algo a nuestro funcionamiento, estarán. Esa es la idea. Seguir llamando a los que nos pueden dar lo mejor a nosotros”.
Otra noticia positiva es que la base está sólida y con integrantes jóvenes. Cristian Romero, Lisandro Martínez, Nahuel Molina, Gonzalo Montiel, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Exequiel Palacios, Lautaro Martínez y Julián Alvarez, todos futbolistas determinantes en Qatar, podrían tranquilamente disputar los próximos dos Mundiales. Emiliano Dibu Martínez, en tanto, llegaría con 37 años a la cita de 2030.
Vendrán tiempos de definiciones, además. Papu Gómez parece haber perdido su espacio y habrá que analizar los casos de Franco Armani, Germán Pezzella y Guido Rodríguez. Ahí la decisión de Scaloni será día a día.
Arranca la Scaloneta parte 2. Y se acumulan las expectativas.