La zona de boliches luce abandonada
Una decisión municipal los llevó a instalarse a la vera de la 168, una posición geográfica que no les permite reinventarse en esta pandemia, y hoy lucen como un pueblo fantasma.
Desde el mes de marzo tienen sus puertas cerradas, y luego de todo este tiempo parece no haber perspectivas para que en un corto tiempo puedan volver a llenar de gente y música esos espacios. Por el grado de masividad que manejan, los boliches siguen entre las prohibiciones por la pandemia del coronavirus.
Jorge Reynoso es dueño del boliche Alta Vista, más conocido como la pirámide por su forma. En la mañana de este miércoles recibió al Móvil de LT10 y mostró cómo está el lugar y relató la dura situación económica que atraviesan.
“Fue una inversión millonaria, y cada vez que abrimos las puertas es costoso porque ponerlo en funcionamiento es masivo. Abrir un bar volvería a ser una inversión millonaria para ambientarlo, y la gente seguramente no lo usará, porque no podes competir con un Bulevar y con un Candioti. Acá de un lado tenes la ruta y del otro la Vuelta del Paraguayo” explicó Jorge sobre la imposibilidad de reinventarse.
“En ninguno de los lugares estamos haciendo mantenimientos. Estamos cerrados, el Municipio dice que los excede, que es una decisión de Provincia. Hemos tenido reuniones, la buena voluntad existe, pero la realidad es la misma, estamos cerrados, fundidos, sin perspectiva” agregó el empresario quien además asegura que “estos negocios, tienen su espíritu en ser masivos, y fueron reemplazados por eventos que están por fuera de la norma, le encuentran la vuelta para estar funcionando, como por ejemplo las fiestas clandestinas”.
Además, vuelve a explicar que este es un problema de vieja data y que arrastra la falta de finalización de obras. “No hay senderos, no hay transporte, para volver hay que ir hasta el Walmart, lo que encarece el traslado. Nadie quiere hacer eso” finalizó.