Polémica
Lali Espósito volvió a hablar de Milei en el streaming de Moria: "No estoy del lado de ningún gobernante"
La cantante visitó a la “One” en su ciclo de streaming Nave Nodriza y habló de su ida y vuelta con el Presidente, contó cómo comenzó su relación con Pedro Rosemblat y recordó el extraño “secuestro” del que fue víctima luego de un show
Este lunes, Lali visitó Nave nodriza, ciclo streaming conducido por Moria Casán. Tras una gran movida de promoción y publicidad, finalmente la artista visitó a la “One”.
“Nuestra invitada del día de hoy es esa niña hermosa que se llama Lali Espósito, una gladiadora que empezó a trabajar desde chiquita, que nació el mismo día que mi nieta Elena, libriana“, la presentó.
Luego, hizo su entrada Lali, vestida íntegramente de negro como su anfitriona y con lentes oscuros. “¡Qué bueno que pude venir! Desde el primer programa estamos tratando de arreglar, pero estaba en España”, explicó Lali.
El cruce con Javier Milei
Inevitablemente, la charla derivó en las feroces críticas que recibió por parte del presidente Javier Milei y su cruce durante meses. ¿Te dolió”, quiso saber Casán.
“No. No es esa la palabra. Me enfrenté en ese momento a algo muy nuevo para mí. Creo que lo que pasó excede mi tuit; fue algo más profundo, y generó un nivel de discusión, y por ende, de daño entre los que somos seres de a pie, los que no somos parte de un gobierno. Creo que generaron una especie de odio entre nosotros. ‘Los artistas que cobran...’. Quisieron instalar algo que no solo es mentira, sino que desde mi punto de vista, es desinformar a la gente sobre cómo funcionan los espectáculos que son gratuitos para el público”, respondió.
“‘No es gratis porque lo pagamos todos’, dicen. Tengo que explicarlo, aunque parezca tonto: un show mueve un montón de gente. Creo que esto abrió una discusión que me parece positiva, por eso te digo que no me enojó. Se abrieron puertas rarísimas en las que hubo que explicar cosas muy obvias. Yo jamás voy a estar del lado de ningún gobernante, estoy del lado de la gente”, añadió la artista.
“Nosotros cantamos, entregamos emoción, la gente decide ir a vernos; algunas veces es en shows privados que uno hace, como el mío en Vélez, y después hay un montón de shows que son gratuitos para el público... Y este es el punto que creo que a Javier y a muchos de sus seguidores los movilizaba... Hay una gran desinformación. Me usaron a mí un poco como la cara de eso, pero quisieron hacer creer que todo es un choreo. Y yo lo único que hice es defender la cultura de la que formo parte, y explicar siempre con educación”, indicó.
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Un amor a primera vista
En un tramo de la charla, Moria quiso saber cómo comenzó su relación con Rosenblat. “Le envié un mensaje, pero no es que soy una tiroteadora letal... De hecho, me da un poco de vergüenza el jueguito. Todo ese chichoneo me es un poco bobote, será que ya soy grande. Si te mando un mensaje porque tengo una intención, ese mensaje te va a decir mi intención. No me hago la linda ni soy calesitera; yo voy a la sortija”, indicó, risueña.
“Cuando empezamos a salir, me dijiste: “Te entiendo. Es como cuando te c... a una unidad básica’, por los peronistas. Y ahora lo decimos siempre, el ésta en sus cosas y le digo: ‘Es como dormir con una Unidad Básica’. Me mandaste vos ese mensaje, ¿te acordás?”, le preguntó a la conductora, muy cómplice. “Claro, me pasa con [Fernando] Galmarini... Está todo el tiempo con esa cosa de Perón y Evita, del cura Mujica... ¡Es una cosa rarísima!”, concedió Casán.
“¿No tuviste miedo de rebotar? ¿Qué fue lo que te pasó con él? ¿Querías tener sexo?”, le preguntó luego, con otras palabras. “No me importa rebotar, yo voy para adelante. Sí... Me parecía muy buen mozo, claro está, y tenemos un muy buen amigo en común, al que le empecé a preguntar por él. Y le mandé un mensaje, con un chiste picante, de calle, en respuesta a algo que había subido. Y él picó. Y nos mandamos algún que otro mensaje hasta que nos vimos”, reveló Lali.
“Nos conocimos en una juntada de amigos, a la que yo sabía que él iba a ir, pero lo que no sabía era que medía un metro noventa. Entró y, por primera vez en la vida, cuando entró me sentí nerviosa. Me impactó su porte y no le hablé durante cuatro horas. Estaba nerviosa. Y en uno momento conversamos. Nos enamoramos muy al toque. Nosotras que somos personas públicas creen que saben con qué andás, y nadie sabe nada. Yo he salido meses con gente y nadie lo supo. Tengo vida privada”, explicó Espósito.
“Cuando nos vimos estabas medio enganchada con un español”, recordó la diva. “¿Todo vamos a contar?”, se quejó la entrevistada entre carcajadas. “Mirá si serás bruja blanca vos, que estábamos haciendo el video de ‘¿Quiénes son?’ y yo la había pasado mal, porque así como soy una persona energética que va para adelante, no sé estar mal. Yo estaba arriba, porque sentía que tenía que estar así, y vos me miraste y me dijiste: ‘Tenés los ojitos tristes’”, rememoró Lali. “Entonces, te conté que estaba con unas energías raras. Con un vínculo que no pasaba y vos me dijiste que la que tenía que cuidar mi energía era yo. Y cuando estábamos hablando de eso, vamos a hacer un plano y todo comenzó a fallar. Entonces, me dijiste, no hablemos más de esto, y empezaste a chasquear los dedos. Y las dos estábamos así, como dos locas. Y de repente todo anduvo”, continuó.
“Con Pedro lloramos mucho juntos. Somos muy emocionales y nos conmueve la felicidad. Estamos re conectados con la conciencia de que estamos viviendo instantes de felicidad. Todo el tiempo estoy conectada con eso. Yo tuve amores increíbles, pero una siente emocionante y muy profunda cuando te das cuenta que estás entregado a esa vivencia, que no estás pensando, que no estás calculando, no tenés miedo a la individualidad del otro ni a la tuya, podés compartir. Lo digo como si fuera fácil y no lo es, por eso no normalizo nunca estos estados como el que tengo ahora, de amor con un otro”, sumó la cantante.
Casán quiso saber luego si su invitada se había enamorado alguna vez de una mujer. “Sí, de gente que hoy es parte de mi círculo de amigos, porque, justamente, mi aprendizaje en los últimos años fue el amor a la persona de la que me estoy sintiendo atraída, intelectualmente cerca, emocionalmente atrapada. Y hoy somos amigas y no necesariamente es un vínculo de pareja, sino que fue un tipo de amor. Amé a mucha gente que no fue necesariamente mi pareja, pero yo siento que los amé. Y el amor que hoy siento por Pedro no lo sentí nunca, porque es por él”.
“Lo que pasó con nuestro Presidente me cambió. Yo sentía que como trabajo desde los 9 años no tenía que darle explicaciones a nadie y de pronto, de un lunes a un martes, todo cambió. Fue un aprendizaje terrible confiar en mi capacidad y en mi tranquilidad. Cuando había días movidos con eso, Pedro llegaba a mi casa pensando que yo iba a estar mal. Y yo me había puesto un vestido lindo para esperarlo, había abierto un vino... Pero no canchereando la situación, sino buscando el eje. Yo me re hago cargo de mi vida. No permito que me toquen el c... cuando no corresponde. Sé quién soy, disfruto de mis cosas y vivo mi vida. Si tengo un amor enfrente, lo vivo. Si me hago amiga de alguien, me hago amiga. Si tengo un laburo, lo doy todo. Soy muy consciente de que tengo una vida que es mía y que no va a venir ningún gil que no sabe nada de mí a moverme de ahí”, aseveró Lali. “Una de las canciones de las que me siento más orgullosa de haber escrito es ‘Soy’, de mi segundo álbum. Yo era muy chica cuando la escribí. Dice: ‘Soy quien encuentra la libertad con la fuerza de la verdad’. Hoy la leo, siendo un poco más grande, y digo: ‘¿Por qué escibí esto, con 21 años? ¿Qué sentía?’. Y esa frase tiene sentido para mí todo el tiempo. Yo no permito que se me vulnere, porque sé la verdad y siento que todo se sabe y todo se nota”.
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Para el final, quedó una anécdota extraña y peligrosa, de la que Lali se negó a brindar demasiados detalles del lugar en el que ocurrió: “Una vez nos secuestraron, a mí y al resto de mi equipo, en el interior del país. Era un lugar que estaba captado por bichos, había una especie de plaga. Y cuando nos presentamos a cantar, claramente no se podía realizar ese concierto. Estaba todo lleno de bichos; los músicos no podían tocar... Los bichos eran como si te dijera vinchucas, cucarachas de agua. Una adversidad total”, comenzó relatando. “Entonces, claro, hicimos los primeros temas hasta que nos dimos cuenta de que no se podía seguir. Con lo que yo amo hacer los conciertos, sufrí un ataque de pánico en vivo, con bichos adentro de la ropa. No podía cantar porque se me metían bichos en la boca. Un loco, mal. A la canción cinco o seis, bajamos del escenario y dijimos que no podíamos seguir. Yo empecé a arrancarme la ropa adelante de los técnicos por los bichos, porque era desesperantes”.
“Y nos secuestraron. Nos encerraron a todos en los camarines desde el lado de afuera. Y hubo que negociar. En este momento, los abogados se harían un festín: privación ilegítima de la libertada, robo... Todos los condimentos. Y fue una situación en la que haber dado un grito en el cielo, poner ovarios, sirvió para lograr que liberen a mi gente y me liberen a mí”, finalizó. Y aclaró: “De esas, pasan un montón”.