Las personas con plan completo de vacunación tienen tres veces menos probabilidades de infectarse
Optimistas en cuanto al posible control de esta nueva ola como consecuencia de la eficiencia real de las vacunas anti COVID-19, un reciente estudio en el Reino Unido concluye que las personas con esquema completo de inmunización tienen tres veces menos probabilidades de dar positivo en las pruebas de coronavirus que las que no están inyectadas.
Este es el resultado de un estudio realizado por Imperial College London e Ipsos MORI a más de 98.000 voluntarios entre el 24 de junio y el 12 de julio, que además muestra que las personas que están totalmente vacunadas tienen menos probabilidades de transmitir el virus. Para Paul Elliot, director del estudio, dijo que “estos resultados confirman nuestros datos anteriores, que muestran que dos dosis de vacuna ofrecen una buena protección contra la infección”.
El ensayo React, con alto impacto para devolver confianza al plan de inmunización desplegado por los británicos, sin embargo recuerda que “siempre existe el riesgo de infección, porque ninguna vacuna es 100% efectiva”, por lo cual, destaca que debe mantenerse el estado de “precaución”.
Según los datos, entre el grupo seleccionado al azar en Inglaterra, si una persona con doble pinchazo entraba en contacto con una persona infectada, sólo una de cada 25 (3.84%) contraería el virus. Steven Riley, profesor de dinámica de enfermedades infecciosas en el Imperial College de Londres, indicó que el estudio refleja que cada persona que se vacuna está “sacando una parte de la transmisión potencial de lo que puede suceder o no en septiembre”.
Los encargados del trabajo agregan que las personas con doble vacunación también tenían una carga viral más baja, lo que significa que eran menos propensas a tener cuadros graves que aquellas que solo tenían una dosis de vacuna o las que no estaban vacunadas.
“En otras palabras, las personas que están doblemente vacunadas tienen la mitad de probabilidades de estar infectadas”, sostuvo el profesor Paul Elliott, director del Programa React y presidente de epidemiología y medicina de salud pública en el Imperial College de Londres.
Preponderancia delta
El estudio también encuentra que la variante Delta de COVID-19, que se originó por primera vez en la India, se ha “apoderado por completo” de la variante Alpha previamente dominante que se informó por primera vez en el Reino Unido.
Cada hisopado por coronavirus que observaron los investigadores mostró que las personas estaban infectadas con la variante más nueva, y altamente contagiosa.
En ese sentido, el secretario de Salud, Sajid Javid, dijo a la prensa británica que “el despliegue de vacunación está construyendo un muro de defensa que significa que podemos aliviar cuidadosamente las restricciones y volver a las cosas que amamos, pero debemos ser cautelosos mientras aprendemos a vivir con este virus”.
Ampliar el plan de vacunación en adolescentes
Cuando se espera una inminente autorización para inmunizar a menores de edad en el Reino Unido, Riley, que ha estado rastreando la infección en la población, indicó que los últimos resultados del estudio “apoyarían” la extensión del programa de vacunación a los jóvenes de entre 16 y 17.
“Nuestros datos respaldarían eso en el sentido de que esperaríamos que hubiera un efecto en cadena realmente bueno al extender las vacunas para ese grupo”. El estudio encontró “mucha transmisión” entre los niños en edad de escuela secundaria.
La vacuna Pfizer está aprobada para niños de 12 años o más, concluyendo la investigación que “si pudiese priorizarse la vacunación en este grupo, también se reduciría la transmisión”.
Con el reinicio del ciclo lectivo en septiembre, y la llegada del otoño, Europa debate qué hacer para detener la propagación en las aulas. Incluso, Italia debate si extender la obligatoriedad de las vacunas en los maestros y profesores.
Además, para mantener los niveles de anticuerpos en las personas inmunizadas, el equilibrio en la aplicación de vacunas, lo que incluye incorporar o no a los jóvenes, está vinculado a decisiones sanitarias para mantener la prevalencia bajando, análisis que tiene que justificar extender la inoculación a grupos de poblaciones determinadas.
En ese sentido, el trabajo también tiene en cuenta la necesidad de equilibrar todas las necesidades para desarrollar un plan de vacunación y enfrentar niveles de protección que permitan la convivencia con esta y otras posibles variantes.