Lázaro Báez ya está en prisión domiciliaria en un lugar “secreto”
El empresario Lázaro Báez empezó a cumplir en la noche del miércoles su arresto domiciliario en un lugar que se mantiene en reserva, al cual fue trasladado desde el penal de Ezeiza.
El domicilio secreto fue propuesto a las autoridades por los abogados de Báez, quien tuvo que pasar casi dos días nuevamente en la cárcel de Ezeiza luego de que un grupo de personas que se concentró en las puertas del country Ayres de Pilar, donde el empresario tiene una casa, le impidieron ingresar a ese barrio cerrado del norte del Gran Buenos Aires.
Báez, quien está siendo juzgado por supuesto lavado de dinero e irregularidades en la adjudicación de obra pública, recibió el lunes pasado el beneficio de continuar su detención en su casa, tras cuatro años y medio con prisión preventiva, que le fue otorgado por el Tribunal Oral Federal 4, al acatar un fallo en ese sentido emitido por la Cámara Federal de Casación Penal.
Después de la fallida incursión al country Ayres, el martes pasado hubo una audiencia virtual entre su defensa, el fiscal Abel Córdoba y el TOF 4, en la que se analizaron las opciones. Finalmente, en las últimas horas se estableció un nuevo domicilio para que Báez cumpla la detención con tobillera electrónica, con la condición de que esa dirección se mantenga en secreto para evitar disturbios y garantizar la seguridad del empresario, dijeron los portavoces. De tal manera, Báez salió de la prisión y fue llevado a ese lugar, se explicó.
La sociedad que administra el Barrio Cerrado Ayres de Pilar había pedido a la justicia que “evalúe” fijar un “domicilio alternativo” para Báez a fin de “preservar la seguridad de los habitantes” del country.
Pero en una carta que dirigió a los vecinos del barrio la administración afirmó que se mantendrá “a derecho frente a lo que disponga la justicia y no permitirá ningún tipo de excepción”. También aseguró que “nunca” fue impedido el ingreso de Báez y de las fuerzas de seguridad y pidió que “cualquier tipo de manifestación pública sea pacífica, respetuosa y sin olvidar las normas de seguridad y aislamiento sanitario”.