Inseguridad
"Les entregué el dinero pero me seguían pegando": habló la jubilada víctima de un brutal robo en barrio Escalante
Cristina, de 76 años, vivió momentos de terror cuando dos intrusos ingresaron a su casa. A pesar de entregarles el dinero, sufrió amenazas y violencia.
Cristina tiene 76 años y una vida tranquila. Pero el miércoles al mediodía, todo cambió cuando dos delincuentes irrumpieron en su hogar de pasaje Ingenieros al 4800. Lo que debía ser un momento cotidiano se transformó en diez minutos de golpes, amenazas y miedo.
"Estaba por cocinar. Mi amiga se había ido a la peluquería y yo iba a llamarla para preguntarle si ponía la comida", relató Cristina a El Litoral. Pero al salir de su dormitorio, se encontró con dos intrusos en el comedor. "Uno estaba en la puerta del dormitorio, era el más descontrolado. Se movía por todos lados, y fue el que más me pegó. Me decía '¡dónde está la plata… dame la plata!'".
Aunque intentó explicar que no tenía dinero, los agresores no se detuvieron. "Me pegaba y me zamarreaba del pelo. Me tiraron contra un sofá y ahí me golpeé la cabeza. Por el golpe quedé mareada", recordó con voz temblorosa.
La víctima se repone de sus lesiones tras recibir una golpiza brutal.
Los ladrones comenzaron a abrir cajones y revolverlo todo. "En uno de los cajones había algo de plata, pero también tenía ahorros debajo del colchón por una cuestión familiar", explicó Cristina.
Ante el temor de perder la vida, señaló el lugar donde guardaba el dinero. "Les dije: 'Ahí está lo que buscan'. Pensé que se iban a ir, pero no. Abrieron el sobre, sacaron la plata y me siguieron pegando. Golpes de puño y patadas".
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Por los techos
El calvario duró diez minutos, pero para Cristina fueron eternos. "Si no les daba la plata, creo que me mataban", aseguró. Finalmente, los delincuentes escaparon por los techos de chapa de la vivienda.
En estado de shock, Cristina llamó a su amiga, quien llegó de inmediato, y luego a la policía. "Los agentes vinieron muy rápido, estoy muy agradecida con ellos", señaló. También destacó la atención recibida en el sanatorio del Diagnóstico, donde fue atendida tras el violento episodio.
Cristina quedó con moretones y hematomas en la zona del rostro y en sus brazos.
Lobos sueltos
Cuando se le preguntó si cree que fue un robo planeado, Cristina reflexionó: "Yo hago una vida tranquila. Cobro mi jubilación, hago los mandados, voy al banco… creo que observan dónde hay personas mayores o mujeres solas. Son lobos sueltos".
El caso conmocionó a los vecinos de barrio Escalante, quienes exigen mayor seguridad en la zona. Mientras tanto, la policía avanza en la investigación para dar con los responsables de este cruel ataque.