Llegó noviembre, y los fanáticos esperan el estreno de la quinta temporada de “The Crown”
La serie de Netflix que reconstruye momentos del reinado de la recientemente fallecida Isabel II pone de relieve el interés que genera la vida en el interior del palacio Buckingham. Pero el cine se ocupó en varias oportunidades de esta temática. Un repaso por un puñado de películas de revisión obligada para los que van a ver los nuevos episodios de “The Crown”.
La ansiedad es total para los que aman las series. Es que la nueva temporada (la quinta) de “The Crown” desembarca en Netflix el próximo 9 de noviembre y todos los que la siguen desde 2016 desean conocer cómo hará Peter Morgan (el creador) con su equipo para mostrar algunos de los períodos más complejos de la historia de la familia real británica. El reparto estará conformado por Imelda Staunton, Jonathan Pryce, Elizabeth Debicki, Dominic West, Lesley Emma Corrin, Olivia Williams y Jonny Lee Miller entre otros.
La cuarta temporada había finalizado alrededor de 1990, año en que Margaret Thatcher dejó su cargo, por lo cual lo que mostrará esta nueva temporada (que, presumiblemente, pondrá la lupa en los años 90, aunque no se sabe con certeza el período que abarca) estará teñido de polémica. Basta recordar una frase que pertenece a Isabel II (cuya partida, el pasado 8 de septiembre, no hizo más que acrecentar el interés por la serie): “1992 no es un año que vaya a recordar con placer absoluto. En palabras de uno de mis corresponsales más comprensivos, ha resultado ser un ”annus horribilis”.
Las controversias que genera la serie no son nuevas. El actual soberano, Carlos III, la había criticado por “explotadora” debido a que “no tiene reparos en destruir la reputación de las personas”. Y ya los trailers que se conocieron sobre la quinta temporada dan pie para pensar que la polvareda no será menor. Es que, por ejemplo, en este período aparece la separación de Carlos y Diana, y la recordada entrevista donde esta última reveló internas dentro de la corona.
Para aplacar la espera, en las líneas que siguen ofrecemos un repaso de cinco películas vinculadas con la absorbente historia de la corona británica. Se trata de filmes muy distintos entre sí, que encaran el tema desde ópticas complejas, pero que se complementan entre sí y permitirán al espectador contar con más elementos para disfrutar “The Crown”.
“The Crown”: salen a la luz las primeras imágenes de la quinta temporada
“Her Majesty” (2001): esta pequeña y bastante desconocida película escrita y dirigida por Mark J. Gordon, tiene como contexto uno de los hechos narrados en la primera temporada de “The Crown”, es decir el tour que realizó la por entonces flamante reina Isabel II por Nueva Zelanda en 1953. Pero explora un punto de vista diferente: el de una niña de apenas 12 años que anhela conocer a la monarca desde el momento mismo en que se entera que visitará su pueblo. Pone de relieve la fascinación que produce la realeza y como tal sentimiento trasciende las barreras de clase social y espacio. El contexto (década del ‘50), es interesante dado que progresivamente el poder colonialista que Gran Bretaña había tenido otrora comenzaba a resquebrajarse.
“La reina” (2006): esta película de Stephen Frears (que de entrar en los pasillos del poder algo sabe, basta revisar “Las amistades peligrosas”, de 1988) se focaliza en la convulsión que produjo la muerte de Lady Di en el seno de la familia real y en el escenario político de la Inglaterra de mediados de los ‘90. En especial, reconstruye las idas y vueltas en torno al pedido del pueblo de concretar un duelo nacional, y las discusiones que esto generó entre la realeza y el primer ministro. Como señaló el crítico Oti Rodríguez Marchante, “es un análisis perfecto, profundo, entretenido y cuidadosamente malicioso de aquellos días”. Helen Mirren interpreta a la reina en este film cuyo guión fue escrito por el propio Peter Morgan y es, en muchos aspectos, el embrión de “The Crown”.
“El discurso del Rey” (2010): la película ganadora del Oscar de su año describe las presiones y responsabilidades que supone para un individuo tener que detentar un gran poder, en un contexto de adversidad. Luego de la abdicación de su hermano mayor, el duque de York se convirtió en rey bajo el nombre de Jorge VI. Claramente, no tenía vocación de monarca y su tartamudez resultaba un escollo para poder ejercer su rol de guía y emblema de un imperio. Menos aún en un contexto de creciente tensión bélica en Europa. El film, sutil y muy bien interpretado, describe la relación entre Jorge y Lionel Logue, el fonoaudiólogo que le brindó las herramientas para poder superar su capacidad de comunicar.
“Las dos reinas” (2018): la intención de la directora de cine y teatro inglesa Josie Rourke a través de esta película es revisionista. Propone repasar un fragmento de la vida de María Estuardo, reina de Escocia entre 1542 y 1567, a partir de los paradigmas de estos tiempos. El relato pone énfasis en el enfrentamiento con su prima Isabel I cuando, al volver de Francia tras haber enviudado, reclamó su derecho a la corona británica. El interés de la película está en la observación de cómo estás dos mujeres son regentes en un mundo profundamente sostenido en lo masculino. Además de su descripción sobre el poder y el rol de la mujer en el siglo XVI, el film sobresale por el trabajo de las actrices Saoirse Ronan (María Estuardo) y Margot Robbie (Isabel I).
“Spencer” (2021): Pablo Larraín, que ya había indagado en la vida de otra mujer grabada en la historia del siglo XX en “Jackie” se introduce en la figura de Lady Di. Lo hace a través de la descripción del fin de semana en el cual Diana toma la decisión (que será trascendental no sólo para su vida, sino para el devenir de la realeza británica) de finalizar su matrimonio con el entonces príncipe Carlos. La película está cargada de simbología y basa buena parte de su atractivo en la ironía y la exageración. Pero se sostiene sobre todo en la actuación de Kristen Stewart, quien además de emular a la perfección el acento y los modismos de Diana, hace de ella un personaje que está al alcance de la mano. Lo “humaniza” en el amplio sentido que posee la palabra.