Locales vacíos en peatonal y en las principales avenidas santafesinas
En calle San Martín y algunas transversales son casi 40. Algunos tuvieron que trasladarse a espacios más chicos y económicos. Otros directamente cerraron. Los “centros a cielo abierto” de Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría, también atraviesan una situación compleja.
Más allá de que ahora la actividad comercial se encuentra activa bajo el paraguas de la “nueva normalidad”, está claro que la cuarentena por la pandemia de Covid-19 golpeó muy fuerte al rubro. Aunque, lentamente, ahora el mercado se está “moviendo”, varios comerciantes de años de la peatonal San Martín aseguran que el mayor impacto en relación a la caída de ventas se verá más cerca del mes de octubre.
Pero, independientemente de lo que pueda pasar en el futuro inmediato, hay un dato concreto y real que consiguió El Litoral al recorrer las principales arterias comerciales de la ciudad: actualmente en la peatonal San Martín -y en varias de sus transversales, como Mendoza, Salta y Lisandro de la Torre- hay cerca de 40 locales comerciales vacíos. La mayoría bajó sus persianas por los efectos negativos causados por la cuarentena (que comenzó el 20 de marzo), durante la cual los negocios se vieron obligados a permanecer cerrados.
Desde el sector inmobiliario confirmaron que muchos propietarios de locales accedieron a bonificar los alquileres a los comerciantes, en distintos porcentajes y principalmente el del mes de abril, que fue el más crítico porque la actividad estuvo íntegramente paralizada. (Ver relacionada) Para algunos fue una ayuda, pero otros ni siquiera así lograron sostenerse en pie.
Recién el 11 de mayo volvieron a abrir sus puertas en un horario reducido, de 13 a 18. Pero no todos pudieron retomar sus actividades, y varios reconocen que es muy difícil que lo vuelvan a hacer. Algunos ni siquiera consiguieron renovar su mercadería.
Peatonal
El recorrido de El Litoral comenzó de norte a sur. Desde Suipacha hasta Irigoyen Freyre son casi 10 los locales que por el momento están vacíos. Entre ellos se encuentra, en San Martín al 2800, el tradicional bar “La Tasca”.
Continuando con la traza, se puede afirmar que sobre la peatonal, desde Irigoyen Freyre hasta Juan de Garay, hay unos 15 salones comerciales desocupados.
Pero donde sí cobra fuerza este “fenómeno de vaciamiento” es en varias de las transversales a San Martín. En calle Mendoza, hay 4 espacios vacíos en dos cuadras. Y mucho peor es la realidad de calle Salta. Entre 25 de Mayo y San Jerónimo hay 6 locales sin ocupar y uno más a la altura del 2700.
Lisandro de la Torre al 2500 es otra cuadra que no escapa a este presente, y tiene también tres negocios sin inquilinos actualmente.
Avenidas complicadas
Dos de las principales avenidas de la ciudad son Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría. Denominadas también desde hace un tiempo, “peatonales a cielo abierto”. Hasta allí muchos santafesinos se acercan a diario para realizar compras de todo tipo.
Y en consonancia con lo que ocurre en la peatonal San Martín, en estas importantes arterias también se pueden observar numerosos locales comerciales vacíos.
En el tramo comprendido entre Ruperto Godoy (5700) y Avenida Galicia (6800) son 20 los salones que se encuentran en este momento desocupados, la gran mayoría debido a tener que dejar de trabajar a raíz de la cuarentena y el poco movimiento que hubo, fundamentalmente, desde el 20 de marzo y hasta fines de abril. Además, sobre Ángel Cassanello, una de las que cortan Aristóbulo, hay otros cinco espacios sin ocupar en dos cuadras. Algo similar ocurre en Hernandarias al 2400.
La Avenida Facundo Zuviría tiene unas 26 cuadras desde Juan del Campillo hasta Estanislao Zeballos, lugar donde se encuentra “La Esquina Encendida”, espacio santafesino históricamente conocido como “Campo Universitario. A lo largo de ese tramo, también unos 25 inmuebles, potencialmente comerciales, se encuentran desocupados.
En definitiva, en el centro -zona comercial por excelencia- el “efecto covid” se puede apreciar mejor, fundamentalmente, en el perímetro comprendido entre Mendoza, 25 de Mayo, Juan de Garay y San Jerónimo. En cambio, en las “peatonales a cielo abierto”, si bien la situación también es complicada, la realidad “se nota” un poco menos.
Lo cierto, es que actualmente sumando los de Peatonal San Martín, además de los de Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría, casi un centenar de locales están vacíos en la ciudad de Santa Fe.
Aristóbulo del Valle. En las grandes avenidas también afrontan una crisis sin precedentes: en el tramo más comercial hay en promedio dos locales por cuadra vacíos. Foto: Guillermo Di Salvatore
De la Galería Florida se fueron más de la mitad
David es comerciante de instrumentos musicales. Tenía tres locales en la Galería Florida, en San Martín y Falucho, y la crisis económica acelerada por la pandemia de coronavirus hizo que baje las persianas de los comercios. “Lo que más nos golpeó fueron los impuestos y alquileres, se siguió cobrando absolutamente todo. También nos fuimos por la parte humana de los dueños. No tuvimos respuestas favorables para que tengan consideraciones para el pago del alquiler”, comentó el comerciante.
A su vez, David recordó que durante el verano pusieron en valor la galería colocándole luces, pintando, arreglando canteros, “todo desde nuestro bolsillo. Por eso nos chocó en el momento que cuando nosotros más necesitamos nos dieron vuelta la cara”, se lamentó.
“Unos siete inquilinos decidimos romper contrato. Algunos se mudaron a la casa, otros alquilaron locales en otras zonas mucho más baratas y yo me mudé a una casa en el centro también, pero pago mucho menos porque ahora alquilo solo una habitación”, contó y agregó: “Algunos pueden seguir vendiendo online y los que quedaron (un 40% de la galería) están en la cuerda floja”.
“En mi caso me puedo mantener porque ahora pago un tercio de lo que pagaba y tengo muchas ventas online. Traté de cuidarme y achicar gastos porque hay una incertidumbre enorme”, señaló David.
Con las expensas incluidas, este comerciante pagaba unos $ 18.000. Como gesto de quedarse por marzo y abril, los propietarios le cobraron el 50 % por esos dos meses, pero en mayo “me cobraron ese 50 % de marzo, abril más mayo. Eso nos llevó a la mayoría a desvincularnos”, concluyó.