“Los chicos juegan a cambiarse los barbijos”, argumentó Alberto Fernández
El Presidente reconoció que hubo contrapuntos con el ministro de Educación, que buscaba mantener la presencialidad, pero que decidió ir por ese camino. Rumores de renuncia.
Desautorizado por cuestión de minutos y un futuro incierto. Eso vive por estas horas el ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien insistió durante semanas que la presencialidad de las aulas no se iba a detener. Se lo dijo al presidente Alberto Fernández hasta el último momento. Pero no tuvo éxito.
La decisión del jefe de Estado, anunciada en el mensaje grabado de la noche del miércoles, fue cerrar las escuelas del AMBA por 15 días y volver a la virtualidad. Tras estos movimientos, la situación de Nicolás Trotta es la más incómoda de todo del gabinete y no se descarta que dé un paso al costado.
“La medida del cierre de las escuelas la tome yo, no la consensué”, sentenció Alberto Fernández en la mañana de este jueves 15 de abril, en una entrevista que brindó a Radio 10 para despejar dudas de cómo se tomó la decisión más drástica desde que comenzó la segunda ola de contagios.
El mandatario incluso reconoció las internas políticas por la alternativa de las clases presenciales, aunque decidió jugar su camino. “Tuve discusiones dentro de mi equipo porque el ministro de Educación quería insistir un poco más con las clases presenciales”.
Luego vino la frase lapidaria que parece marcar el destino de Trotta: “El ministro de Educación insistía con seguir las clases presenciales. Pero hay que ir a las escuelas y ver en las salidas cómo se agolpan las madres. Cómo los chicos juegan a cambiarse los barbijos”.
La postura debilitada de Trotta
La voz del mandatario fue a contramano de lo que planteaba Trotta. En cada medio de comunicación donde estuvo en los últimos días, el ministro insistió con que había consenso que las clases presenciales se iban a mantener hasta la última instancia y que no sería lo primero en cerrarse.
Sus dichos, evidentemente, no llegaron a buen puerto. Fernández pudo haberlo escuchado, pero no tomó en cuenta los datos y la información que le acercó su ministro. 24 horas antes gremios de Buenos Aires y la Capital Federal habían convocado a un paro. En el conurbano tomó la posta UDOCBA, el segundo gremio más importante. En la Ciudad de Buenos Aires, la situación fue aún más delicada, ya que la convocatoria fue realizada por Eduardo López, de UTE, el gremio más importante, acompañado por uno pequeño, Ademys.
Una semana atrás, el ministerio de Educación publicó la información con datos sobre los resultados en las escuelas: “La muestra analizada, que corresponde a 5.926 establecimientos activos, a los que asisten un total de 1.429.190 estudiantes matriculados y 214.850 docentes y no docentes, evidencia que la incidencia en el sistema educativo es baja: sobre el total de estudiantes matriculados 2021 representa un 0.12 % y un 0,79 % del cuerpo de directivos, docentes y auxiliares”. Sin embargo, los chicos volverán a la virtualidad. Al menos por 15 días.