Los militares expulsan a Robert Mugabe del poder de Zimbabwe
Las FF.AA. dicen que no es un golpe, pero el presidente está confinado. Y su mujer Grace, huyó a Namibia. Trasfondo de una pelea por la sucesión del anciano déspota.
En la capital del país, Harare, se podía ver a soldados y vehículos blindados tomar el control de los accesos al Parlamento, a la sede del partido gobernante -el Zanu-PF-, y a las oficinas en las que el jefe del Estado suele reunir a sus ministros. El presidente Mugabe, de 93 años, se encontraba retenido en su domicilio por las fuerzas armadas.
“Queremos asegurar a la Nación que su excelencia el presidente y sus familiares se encuentran sanos y salvos, y que su seguridad está garantizada”, recalcó el general Moyo en su discurso.
En cuanto a la primera dama Grace Mugabe (52), una figura controvertida que pertenece al “entorno” que el Ejército acusa de corrupción y despotismo, habría abandonado el país con rumbo a Namibia. Según el dirigente opositor Eddie Cross, la mujer huyó del país durante la noche del martes, cuando comenzó la movilización de las tropas.
Habría algunos integrantes del Gabinete detenidos, entre ellos el ministro de Finanzas, Ignatius Chombo, un aliado de Grace. Un grupo de soldados se lo llevó ayer a la mañana, según varios de sus vecinos en Harare.
En algunos barrios de la capital se escucharon tiroteos esporádicos y explosiones. Cientos de personas, ante la posibilidad de un colapso económico, hacían cola delante de los bancos para retirar dinero. Las principales embajadas, entre ellas la de Estados Unidos y Gran Bretaña, cerraron sus puertas.
La crisis política en Zimbabwe lleva varios meses, pero se agudizó la semana pasada cuando Mugabe destituyó al vicepresidente y eventual sucesor, Emmerson Mnangagwa, de 75 año, abriendo camino para que su esposa lo reemplace en el cargo.
Pero Grace, de 52 años, es sumamente impopular entre la población por sus extravagantes gastos en mansiones, vehículos y joyas. En el país la llaman despectivamente “la dirigente del G40”, un grupo de funcionarios del gobierno de entre 40 y 50 años de edad que buscan reemplazar a la vieja guardia que combatió durante la guerra de la independencia.
Cuando el vicepresidente fue destituido, los generales y veteranos de guerra se sintieron ignorados y tomaron medidas para detenerlo. Mnangagwa, quien se vio obligado a exiliares, venía protagonizando un fuerte enfrentamiento con Grace Mugabe por la sucesión. Es más, acusó a la esposa del presidente de intentar envenenarlo para sacarlo del medio.
El Ejército siempre había actuado como fiel aliado de Mugabe, pero también defendía a Mnangagwa, considerado como un aliado del jefe militar, general Constantino Chiwenga. Ambos lucharon junto con Mugabe contra el régimen de minoría blanco que detentaba el poder en la entonces República de Rhodesia y antigua colonia británica hasta 1980.
Tras varios días de vivas tensiones, la operación del Ejército constituye un desafío sin precedente a la autoridad de Mugabe. El lunes pasado Chiwenga ya había advertido que si continuaba la “purga” iba a “intervenir”, algo que finalmente se concretó ayer. También había remarcado que irían tras los “delincuentes” que rodeaban al presidente, aparentemente en alusión al grupo que rodea a la primera dama.
Según el índice de Naciones Unidas, Zimbabue, de unos 15 millones de habitantes, es actualmente uno los países más pobres del mundo. La política de Mugabe hundió al país, conocido antiguamente como el “granero” de África, en una profunda crisis económica, con una de las mayores tasas de inflación en el mundo y una moneda nacional colapsada.
La Unión Europea se declaró preocupada por la situación e instó al “diálogo” para alcanzar una “resolución pacífica”. También el presidente sudafricano Jacob Zuma, un viejo aliado de Mugabe, le reclamó al Ejército que “resuelva amigablemente el impasse político” en medio de “la calma y la contención”. Inclusive envió dos hombres de confianza para que negocien una salida.
Tanto en la oposición como en sectores del oficialismo esperan que Mugabe, con una salud muy frágil, renuncie finalmente para así evitar que la crisis se agudice.w
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